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Susana Martínez Novo / Presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM)

'La soledad por el aislamiento vivido durante años es un factor que inevitablemente interfiere a la hora de tomar la decisión de denunciar'

Con el objetivo de visibilizar la doble discriminación que sufren las mujeres mayores víctimas de violencia de género y aportar herramientas para su abordaje interdisciplinar desde servicios especializados o no en violencia de género, desde la CIMTM organizaron recientemente una jornada en la que concluyeron que las sénior denuncian menos que otras mujeres y son más vulnerables. Sobre esta y otra cuestiones hablamos con la presidenta de la comisión

M.S. / EM 13-05-2024

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Pregunta.- Recientemente celebraron la jornada ‘Violencia de género en mujeres mayores: las grandes olvidadas’. ¿Qué hechos motivaron la organización de esta jornada? Es decir, ¿qué datos respaldan que las mujeres mayores sean esas “grandes olvidadas”?
Respuesta.- Nuestra propia experiencia en la intervención con mujeres mayores y las vivencias  relatadas por las mismas así como la escasez de recursos específicos para ellas,  nos llevaron a cuestionarnos desde hace tiempo la necesidad de dar visibilidad a este grupo de población, sobre el que precisamente son muy pocos o escasos los datos que existen en relación a la violencia de género sufrida por estas mujeres y sus consecuencias. 

P.- Como coincidieron los profesionales que acudieron, las mujeres sénior se enfrentan a una doble discriminación: por género y por edad. Entonces, ¿por qué se continúa pasando por alto la violencia a las mujeres mayores? ¿Está de acuerdo en que deberían impulsarse las campañas y los recursos de apoyo para este colectivo?
R.- Las causas de que se siga invisibilizando la violencia hacia las mujeres de avanzada edad, son múltiples. Por una parte, la sociedad y las instituciones no ven a este sector de la sociedad como un grupo de interés, sino como una carga más para el sistema.  Así mismo, son mujeres que por su educación y su cultura en un gran porcentaje de casos no se lo han contado a nadie. Mujeres que han normalizado la violencia como parte integrante de su vida e incluso que no la llegan a identificar como tal. Por ello es responsabilidad de las instituciones, los y las profesionales en contacto con estas mujeres y de la sociedad en general realizar una labor de detección, concienciación y sensibilización y proporcionar los mecanismos de protección necesarios y recursos asistenciales para que estas mujeres puedan salir de esta situación. 

P.- ¿Cuáles son aquellos aspectos que convierten a las mujeres mayores en un grupo más vulnerable a sufrir cualquier tipo de violencia?
R.- La propia edad y en muchos casos el deterioro en la salud de las mujeres, sumado a la dependencia económica y emocional son factores fundamentales que las convierten en un grupo más vulnerable a sufrir este tipo de violencia. 

P.- ¿Diría que es distinto el tipo de violencia que sufren las mujeres de más edad distinta, en líneas generales, al que experimentan mujeres de otras edades? Es decir, ¿hay que tener en cuenta consideraciones especiales a la hora de analizar esta violencia en concreto?
R.- La intensidad derivada de la cronificación de la violencia a lo largo de los años y los patrones culturales y sociales del entorno de la víctima de mayor edad, hacen que las consecuencias de la violencia en estas mujeres se tenga que valorar y considerar de forma distinta a la que sufren otros grupos de mujeres.   

P.- ¿Interfiere –y de qué manera– la situación de soledad o aislamiento que sufren muchas mujeres a la hora de denunciar un caso de violencia?
R.- La soledad por el aislamiento vivido durante años es un factor que inevitablemente interfiere a la hora de tomar la decisión de denunciar. Por ello es fundamental que las mujeres cuenten con grupos de apoyo y acompañamiento que eviten que durante el proceso se retracten de la denuncia o lo vivan con miedo y desconfianza, todo lo cual supondría una revictimización derivada de las inconsistencias de un sistema falto de apoyos y recursos específicos para estas mujeres. 

P.- La CIMTM es una entidad especializada en la atención integral a mujeres en situación de violencia de género. Dentro de la misión de la organización, ¿cuál es el compromiso que mantienen con el caso concreto de las mujeres mayores? ¿Qué herramientas o recursos pueden ofrecerles desde la Comisión?
R.- Desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, a través de nuestro Programa Fortaleza se ofrecen recursos específicos, sin exigir que para ello se haya interpuesto una denuncia (muy habitual en los casos de mujeres mayores). Tan solo es necesario llamar a nuestro teléfono gratuito de atención a la mujer 900 100 009.  Una vez acceden a nuestros recursos, se les ofrece terapia psicológica individual y grupal (esta última muy efectiva y con buenos resultados en este tipo de población). Igualmente, se les ofrecen talleres, tales como arteterapia, salidas a museos (tenemos un convenio con el Museo Thyssen en Madrid), y otros que se van organizando según los intereses de los grupos que vamos formando. 
Desde nuestro departamento jurídico pueden realizar las consultas que sea necesario en los casos en que hayan denunciado o se decidan a denunciar y se las ayuda a recopilar, en su caso, la documentación necesaria a tal efecto. Se las informa de recursos sociales en su zona de residencia. 

P.- Como abogada especializada en violencia de género, ¿cuáles son esos pasos que debe dar una víctima de malos tratos? 
R.- En primer lugar, es necesario que tomen conciencia de su situación. Una vez deciden interponer una denuncia, los siguientes pasos son: buscar asesoramiento previo para valorar los distintos escenarios que en cada caso concreto puedan presentarse; buscar asesoramiento jurídico y/o estar acompañadas de un abogado/a en el momento de redactar la denuncia y relatar los hechos que tienen que hacer constar; y hacer una recopilación previa de pruebas que puedan ser presentadas en el proceso. Asimismo, es importante extremar las precauciones correspondientes para evitar situaciones de riesgo durante el proceso y procurar estar siempre acompañadas por los profesionales correspondientes. 
No obstante, en la CIMTM abordamos cada supuesto de forma específica y en relación a las circunstancias concretas de la mujer a la que prestamos asesoramiento, dado que cada caso es diferente y merece un tratamiento específico. 

P.- Desde la CIMTM apuntan a la coordinación entre los diferentes servicios y Administraciones implicadas en garantizar los derechos de las mujeres víctimas de la violencia de género como clave para abordar este problema. ¿Qué otras consideraciones creen que deben apuntarse para afrontar y poner fin a la violencia hacia las mujeres mayores?
R.- Personalmente haría hincapié en la detección de casos desde los servicios municipales o sanitarios cercanos a la víctima, así como la sensibilización y empatía a la hora de tratarlas, empezando por escucharlas y no juzgarlas, que es el inicio de todo el proceso. Y, finalmente, en la necesidad de incentivar políticas públicas de reconocimiento de las mujeres como sujetos activos de derechos, –no como una carga para el sistema– y la consiguiente y necesaria reparación del daño sufrido en estos casos, durante décadas de violencia, tanto a nivel judicial como institucional. 


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