La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se congratula de la decisión del Estado de Surinam de adherirse a la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Al depositar su instrumento de ratificación el 8 de mayo, Surinam se convirtió en el undécimo Estado Miembro de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el primer país del Caribe en convertirse en parte de esta Convención.

La población de América Latina y el Caribe claramente está envejeciendo. Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las personas mayores representarán el 25,1% de la población total de la región en 2050. Con un estimado de 193 millones de personas, habrá 2,1 veces más personas mayores en 2050 que en 2022, cuando hubo un estimado de 88,6 millones, apuntó la CEPAL.

La Convención sobre las personas mayores es el primer tratado internacional que aborda específicamente los derechos humanos de este creciente grupo. Entre sus principales características, la Convención implica un cambio de paradigma en relación con la vejez. Este cambio implica reconocer a las personas mayores como sujetos de derechos a quienes los Estados deben asegurar el acceso a los servicios y cuidados, para posibilitarles una vida autónoma, digna, libre de violencia y discriminación.

La Convención requiere que los Estados adapten sus estándares nacionales a los nuevos estándares interamericanos aplicables, particularmente en temas como la capacidad jurídica y el consentimiento informado, para que las personas mayores puedan ejercer auténticamente sus derechos humanos sin restricciones basadas en prejuicios de edad. La Convención también exige una revisión del alcance y la cobertura de los sistemas nacionales de protección.

En este contexto, la CIDH recuerda a los Estados Miembros de la OEA la importancia de una ratificación universal de la Convención sobre las personas mayores. La Comisión destaca su voluntad de brindar asistencia técnica a los Estados Parte para ayudarlos a implementar este instrumento.

Como principal órgano autónomo de la OEA, la CIDH deriva su mandato de la Carta de la OEA y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover el respeto y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en esta materia. La Comisión está compuesta por siete miembros independientes que son elegidos a título individual por la Asamblea General de la OEA y que no representan a sus países de origen o residencia.