Los expertos coinciden en que, en los últimos 20 años, ha habido un avance espectacular en todos las áreas de la investigación. 

En el ámbito de a las enfermedades del aparato circulatorio (aterosclerosis, hipertensión, enfermedades cardíacas, infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, ictus, ...), responsables del 70% de las muertes en personas mayores, se han producido avances muy importantes. La cardióloga Ana Anyesta explica que la Cardiogeriatría ha tomado mucho impulso por el envejecimiento de la población: “Con frecuencia, nos encontramos pacientes de muy avanzada edad con patología cardiovascular. En ese sentido, aunque los estudios clínicos no suelen incluir a personas mayores, es verdad que en la última década se han empezado a hacer algunos ensayos específicos en la población anciana y se está fomentando más la investigación en este contexto. De hecho, desde la admisión de la especialidad de Cardiología Geriátrica se han promovido mucho estudios. Ahora sabemos que es un área específica de conocimiento, es decir, aunque los mayores tienen las enfermedades cardiovasculares como los pacientes más jóvenes, también presentan ciertas peculiaridades y estas hay que enfocarlas de una forma diferente”.

Lo mismo sucede en Neurología. José Miguel Laínez pone el acento en los progresos tan importantes que se han realizado en el diagnóstico. “Ahora somos capaces de diagnosticar mediante imágenes con unos años de antelación la aparición del Alzheimer. En la enfermedad de Parkinson han mejorado las técnicas quirúrgicas y en el campo de la patología vascular, los ictus, somos capaces de tratar en la fase aguda a muchos pacientes y evitar el trombo con algunos fármacos o a través de técnicas directas, utilizando el abordaje del trombo directamente con la canalización mecánica mediante cateterismo. En definitiva, el panorama en estos 20 años ha cambiado muy sensiblemente, afortunadamente, para los pacientes y para nosotros que los tratamos”, resalta.

Por su parte, el neurólogo Javier de Felipe explica que, en el campo de la Neurociencia, cada año, disponen de nuevas tecnologías, medios más avanzados y más científicos que se dedican al estudio del cerebro. “Aunque el cerebro es muy complejo y queda mucho por descubrir, soy optimista ya que cada vez somos más y mejor organizados los científicos que estudiamos el cerebro”, afirma.