RESPUESTA.- La medicina ha evolucionado muchísimo. Tanto a nivel de recursos y estructuras, como a nivel de conocimientos de las distintas enfermedades. Uno de los avances más relevantes es el abordaje multidisciplinar en el manejo de los pacientes. Por ejemplo, si un mayor ingresa en un hospital con una patología abdominal y necesita cirugía, no solo le va a examinar el cirujano, también el anestesista, el médico de urgencias, el radiólogo, un geriatra, etcétera y entre todos se tomará una decisión clínica consensuada. Con los cánceres pasa lo mismo, la oncogeriatría ha avanzado muchísimo y ahora se hacen reuniones multidisciplinares en las que se discuten los casos entre diversos especialistas de la salud: médicos, nutricionistas, farmacólogos, etcétera. Respecto a las demencias, ahora se sabe mucho más. Por lo tanto, los avances técnicos son increíbles, igual que los clínicos, las enfermedades se conocen mucho más y se entienden mejor. Muchas patologías que eran mortales hace unas décadas, ahora se curan. No obstante, insisto, el paso más importante ha sido en el manejo multidisciplinar de los pacientes.

R.- La respuesta corta es no. Claramente no se destinan suficientes fondos en las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Tiene que haber un cambio en el enfoque que se hace a la persona mayor, es importante que se mantenga activa, que tenga un proyecto de vida y que cuide su alimentación y evite los agentes tóxicos, y es necesario poner esfuerzos en concienciar a la población en este sentido. Por eso, tiene que haber un cambio de paradigma. Cada vez habrá más personas mayores y cada vez se vivirá más años, pero es importante llegar a edades avanzadas con buena calidad de vida. 

R.- La labor más importante que hace un equipo geriátrico es individualizar al paciente, buscar los distintos problemas que tiene a nivel de su salud, porque una dolencia puede afectar a muchos otros aspectos. Por lo tanto, la Geriatría aporta una valoración holística, general e integral del paciente. Además se hace un trabajo interdisciplinar y, en tercer lugar, nosotros ponemos al paciente en el centro de la toma de decisiones y cuidados, y adaptamos los niveles asistenciales a la persona. Los pacientes mayores son complejos y entre más edad tengan, más problemas crónicos tendrán, por lo tanto se necesita un especialista en el manejo de la complejidad, por eso son importantes los geriatras.

Hay evidencias clínicas que demuestran que las personas mayores que son tratados en servicios de Geriatría, tienen menor probabilidad de necesitar ingresar en una residencia, y tienen mayor más posibilidades de supervivencia y de seguir manteniendo su autonomía. Si la Geriatría estuviera en todos los hospitales, la gente viviría más años y con mejor calidad de vida.

R.- Esto es como el calentamiento global. Si hiciéramos prevención y cuidásemos nuestros estilos de vida, sí, pero si no nos cuidamos, no.

Con el estilo de vida adecuado hay enfermedades que podrían potencialmente desaparecer. La diabetes, la hipertensión, la enfermedad coronaria, la cerebrovascular, incluso algunos cánceres dejarían de ser potencialmente importantes, pero hay que hacer prevención y llevar un estilo de vida saludable desde jóvenes. Patologías como,  el deterioro cognitivo, por ejemplo, va a ir a más,  pero otras se pueden controlar. Si prevenimos, iremos mejor, si no, calentamiento global.

R.- No se invierten suficientes recursos económicos tanto a nivel individual, como colectivo, como de estructuras. A las personas mayores no se las incluye en los ensayos clínicos. Por lo tanto, hay fármacos maravillosos que salen al mercado, pero que están probados en pacientes jóvenes o en personas mayores pero que están bien de salud. Por lo tanto, las evidencias clínicas son escasas. Y esto supone una clara discriminación.

Hay pocas cátedras de Geriatría, por lo tanto, no se puede fomentar la parte académica, la formación, si no hay profesores que la impartan.

Se hacen diversos estudios, pero se necesita impulsar más la investigación no solo a nivel clínico, si no también en las áreas sociales.

R.- En el ámbito de la investigación, a nivel biogerontológico, todavía no se ha descubierto lo suficiente, ahora ya sabemos que no solo influye la acumulación de Beta-amiloide, hay otros mecanismos. Hay que abordar el cerebro como algo complejo que es. Pero también a nivel clínico, se necesita desarrollar esa prevención de la que hemos hablado, debemos entender mejor cuales son los factores que precipitan esa demencia, se necesita desarrollar investigación en Bioética, también cómo influye la valoración multidisciplinar, cómo mejorar la asistencia sanitaria. Y a nivel social, hay que analizar qué cambios debemos hacer en la sociedad para que mejorar la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares. En definitiva, lo importante es la prevención, y cuando se ha desarrollado una demencia hay que dar un giro a la forma de abordarlas.