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La SGXX apuesta por poner fin a la discriminación por edad

Durante el I Curso de Traballo Social e Xerontoloxía Sociosanitaria, Pérez Martín, vicepresidente de la entidad, hizo hincapié en los estereotipos negativos que se asocian a la edad

Redacción EM 21-11-2016

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Los estereotipos y mitos a lo largo de la historia, sumados a algunos ámbitos de la cultura y la publicidad actuales están acabando con la dignidad y los derechos de las personas mayores. Así lo subrayó Javier Pérez Martín, geriatra, coordinador residencial, docente en Geriatría y vicepresidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX) durante su ponencia en el I Curso de Traballo Social e Xerontoloxía Sociosanitaria que, de forma pionera, celebraron dicha entidad y el Colexio Oficial de Traballo Social (COTSG) en Santiago de Compostela.
Pérez Martín dejó claro en su interveción “Mitos y realidades. Aspectos sociodemográficos del envejecimiento en Galicia” que la discriminación por edad o edadismo “es un estereotipos muy difícil de identificar, por su gran aceptación social, falta de definición en relación a la estereotipia del lenguaje y la ausencia de herramientas de medición apropiadas”. Sin embargo, apuntó, es “un fenómeno sumamente grave”, pues "los estereotipos hacia las personas mayores conforman una imagen social y cultural muy distorsionada de este colectivo” que deriva en la eliminación de sus derechos más básicos, en la justificación y utilización de malas prácticas e incluso en maltrato en su atención.
Para desterrar estas falsas concepciones es preciso identificarlas, analizarlas y conocerlas. Entre ellas, este experto destacó el edadismo o que el número de años vividos “determine despectivamente lo mayor que es alguien”. También la improductividad “o que las personas dejen de ser útiles a la sociedad al llegar a la vejez”. La desvinculación, ausencia de interés y compromiso por las cuestiones cotidianas que antes eran importantes, la inflexibilidad que impide cambiar o adaptarse a nuevas situaciones o la senilidad que “identifica vejez con enfermedad y que sea normal que en ella se den los síntomas de insuficiencia cerebral senil”. Por último, añadió, la serenidad “en un sentido limitador de decadencia intelectual, uno de los tópicos más extendidos que estipula que la inteligencia se deteriora con los años”.
Capítulo aparte lo conforman, según dijo, la apatía y desinterés por la sexualidad que, supuestamente, es típica de la vejez. Este es uno de los prejuicios más extendidos en el que además existe una doble dimensión, prosiguió Pérez Martín, pues “por un lado se supone que en la vejez desaparece todo el interés por la sexualidad, toda una falacia, pero también se refiere a la sexualidad en los mayores como algo patológico y pervertido”.
En ese sentido, continuó, “en una sociedad donde el poder político tiende a actuar en base a las demandas sociales, la imagen social que se tenga de la tercera edad tiene una importancia capital”. Por eso, subrayó, “los medios de comunicación tienen un papel determinante, muy influyente en la formación de opinión” y deben promover “una imagen positiva de la vejez alejada de estereotipos”.
No obstante, afirmó el geriatra, “la realidad es que mucha publicidad refleja y refuerza estos mitos y estereotipos” por ejemplo el anciano y el ámbito rural para vender “sabiduría, lo tradicional, la serenidad, etcétera. enfrentado paradójicamente a mayores obsoletos, anticuados, enfrentados a los avances sociales y ahondando en el conservadurismo, la serenidad, la ausencia de compromiso o la desvinculación”.
Otros anuncios “insisten en la necesidad de cuidados especiales achacados a la edad” para vender productos relacionados con enfermedades o problemas físicos, “reforzando mitos como el edadismo o la senilidad, al asociar enfermedad con persona mayor” y también “la búsqueda de la perfección y el imperio de lo joven -especialmente en cuanto a la estética- para combatir la imagen deteriorada de la vejez” desnaturalizada además con modas artificiales, una sobrevaloración de la juventud y una visión desgraciada de la vejez.
Existen por último aquellos mensajes que “proclaman la necesidad de apartar a los mayores de la sociedad, de relegarles a otras tareas, pues su tiempo ya ha pasado”.
Perez Martín insistió en que “envejecer es algo positivo”. “Todo el mundo quiere vivir más y llegar a muy mayor lo mejor posible” subrayó, pero el envejecimiento está generando una amplia transformación económica y social que exige responder a los nuevos retos y necesidades que conlleva. Por eso, como dijo, insistir en una imagen negativa de las personas mayores afianza su estigmatización e incrementa los estereotipos hacia ellas y, lo más grave, les insta a creérselo, a interiorizarlo como verdadero. Situación que, en su mayor parte tiene que ver con la imagen de la vejez que cierta parte de la sociedad proyecta y en cuya erradicación puede desempeñar un gran papel los medios de comunicación. Por eso la SGXX instó para a los profesionales del periodismo a que reconozcan y no recurran en su labor a este tipo de estereotipos que no dejan de ser un tipo de discriminación.



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