El Ayuntamiento de Errenteria presentó, a mediados del mes pasado, el anteproyecto de viviendas para toda la vida destinadas a personas mayores. Se trata de una iniciativa con viviendas tuteladas en las que las personas puedan seguir residiendo incluso cuando precisen de cuidados por una dependencia.

El consistorio lleva más de un año trabajando en este proyecto, tiempo durante el cual se han realizado visitas a diferentes recursos de Usurbil y Donostia para analizar cuál era el modelo que mejor se podía adecuar al municipio. Paralelamente a ese trabajo, el ayuntamiento contó con el asesoramiento de la Matia Fundazioa, agente de referencia en Gipuzkoa en el ámbito de los servicios sociosanitarios.

El proyecto, que ha costado 58.000 euros, cuenta con una ayuda de la Diputación de Gipuzkoa, que proviene de los fondos Next Generation de la Unión Europea.

En su origen, en el proyecto estaba previsto contar con viviendas tuteladas y que estas se ubicasen en la antigua biblioteca, situada en la calle Madalena (hoy Joxepa Anttoni Aranberri, anitzenea). A raíz del conocimiento adquirido con las visitas y el acompañamiento experto, la idea inicial ha transitado hacia una iniciativa que “atiende mucho mejor a las necesidades de las personas mayores. Entre otras cuestiones, se ha valorado el hecho de que, en las viviendas tuteladas, las personas mayores suelen tener que abandonarlas una vez desarrollan algún grado de dependencia, con el trastorno que ello conlleva”, explican desde el Ayuntamiento de Errenteria.

Sin embargo, en  el proyecto elaborado entre el consistorio y Matia Fundazioa, las personas accederán a las viviendas pudiendo continuar en ellas también cuando precisen de cuidados. Es decir, son los propios servicios sociales y el ecosistema local de cuidados quienes se adecuan a las necesidades cambiantes de las personas.

Esto requiere que el diseño de este equipamiento contemple, desde el primer momento, tanto el modelo de cuidados específico como las futuras necesidades. Por tanto, otra diferencia sustancial respecto a las viviendas tuteladas es su superficie: estas normalmente cuentan con 25-30 metros cuadrados y las planteadas en la iniciativa son mayores.

El traslado  del proyecto a la zona ocupada hoy por el edificio Oarso (enfrente de Merkatuzar) permite aumentar el número de viviendas, a pesar de que cada apartamento tenga una superficie mayor, ya que la superficie total es superior.

Se trata, ademas, de una ubicación que tiene orientación sur, por lo que las viviendas son más soleadas, además de céntricas y próximas a la estación del topo, lo cual hace más accesibles y cercanos los servicios y posibles visitas.

Como señala Maider Azurmendi, directora de Atención domiciliaria y Comunitaria en Matia Fundazioa, las viviendas para toda la vida de Errenteria parten de tres características: el diseño está orientado a personas que precisan apoyos y también a quien las provee.

En segundo lugar, el modelo de cuidados proviene del ecosistema local  garantizando que se cumplan todos los derechos; vinculándolos a todos los servicios de proximidad y oferta que ofrece el municipio; y con una mayor implicación de la comunidad y su interrelación con asociaciones.

Finalmente, según apunta Azurmendi, se cuenta con la trabajadora social de base como referente para la atención integral, cuya labor es dar respuesta a los proyectos de vida de las personas que vayan a vivir en estas viviendas, desde sus preferencias y dando respuesta a sus necesidades.