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Javier Escobal / Director de Innovación y Organización Corporativa del Grupo Init

‘La fragilidad es inevitable, pero la buena noticia es que podemos influir en la velocidad a la que nos acerquemos a ella’

Prevenir la discapacidad actuando sobre la fragilidad es posible, dado que esta última se puede detectar y es susceptible de intervención. Javier Escobal, director de Innovación de Grupo Init, explica a entremayores de qué manera la plataforma tecnológica Fragicare puede detectarla, prescribir actividades para conseguir estilos de vida saludables y poder llevar un control de la persona

Redacción 09-07-2021

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PREGUNTA.- Fragicare es una plataforma tecnológica de gestión de la fragilidad de personas mayores de 70 años, usuarias del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), que permite detectar a las personas frágiles o prefrágiles. ¿Prevenir la discapacidad actuando sobre la fragilidad es posible?

RESPUESTA.- En primer lugar, diremos que, tal y como se dice en el ‘Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor’, aprobado por el Sistema Nacional de Salud en Junio de 2014, en términos generales, la salud de las personas mayores se debe medir en términos de función y no de enfermedad, pues es aquella la que determina la expectativa de vida, la calidad de vida y los recursos o apoyos que precisará cada población. 

En este contexto es donde aparece el concepto de la fragilidad, que no es otra cosa que un estado de prediscapacidad, de riesgo de desarrollar nueva discapacidad desde una situación de limitación funcional incipiente. Su importancia es que se centra en la funcionalidad y no tanto en el diagnóstico de una determinada enfermedad.

La ruta hacia la fragilidad es, por tanto, algo inherente a hacerse mayor y es inevitable. Ahora bien, la buena noticia es que se puede influir en la velocidad a la que nos acerquemos a ella. 

Las fases son claras: de la autonomía plena vamos a la prefragilidad, de la prefragilidad a la fragilidad y de esta a la dependencia. La velocidad a la que pasamos por los diferentes estados está influenciada por nuestros hábitos de vida y, por tanto, su evolución se ve, en cierta manera, afectada por nuestros actos.

P.- El proyecto lo impulsan y desarrollan ocho entidades –Aurrerantz S. Coop. (Grupo SSI), Athlon, STT Systems, Kronikgune, Home Care Lab y Tecnalia–, además de Init Services del Grupo Init al que usted representa. ¿Cómo surgió la posibilidad de esta colaboración?

R.- Init Services (Grupo Init) y Aurrerantz (Grupo SSI) son colaboradores habituales, y Fragicare no es el primer proyecto de I+D que abordan juntos. De hecho, podríamos decir que es un peldaño adicional en la escalera hacia una visión 360º de la salud de las personas mayores. 

En primer lugar abordamos el proyecto Cronicare (2018-2020), más enfocado hacia la vigilancia de la evolución de las policronicidades, tan típicas en este segmento de la población, por parte de las auxiliares y coordinadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD). Este control de la evolución tenía un claro objetivo, que era el poder alertar a los servicios sociales y sanitarios de episodios o alertas en estado incipiente, antes de la aparición de episodios agudos no deseables. 

El siguiente paso ya sería el abordar la fragilidad desde una doble mirada: la vigilancia de la evolución de esta, por una parte, y la ejecución de acciones de la persona mayor, por otra. Es decir, sumamos a la vigilancia por parte de las cuidadoras, la participación activa de las personas mayores. 

Este es el centro de gravedad de Fragicare, y aquí es donde la participación de Athlon, de STT y de los agentes de la RVCTI como son Kronikgune y Bioef, Tecnalia y Home Care Lab, se hace imprescindible.

Sin embargo, seguimos focalizándonos fundamentalmente en los aspectos físicos y si cabe, cognitivos de la persona. No obstante, el ser humano es un ser social y afectivo. Aquí aparece el tercer gran campo de juego que denominamos la fragilidad relacional y afectiva, que confiamos sea objeto de futuras colaboraciones.

Estos tres ámbitos bio-psico-social están tremendamente relacionados y su tratamiento por separado demuestra ser, en cierto, modo incompleto.

P.- La plataforma involucrará al paciente y a su familia, e implica una coordinación entre el sistema social y el sanitario. ¿Cómo funcionará exactamente esta aplicación?

R.- La aplicación se basará en una plataforma digital que se relacionará con los usuarios a través de tres interfaces: un interfaz tipo app en un smartphone, a través de la cual la cuidadora o auxiliar del SAD podrá llevar a cabo el seguimiento de la evolución de la persona de forma cómoda y muy ágil.

Un interfaz tipo app en una tablet, a través de la cual la persona mayor podrá ver los ejercicios idóneos a realizar por su parte, así como acceder a consejos y contenidos de valor sobre su situación.

Y un interfaz tipo navegador web en un PC, a través del cual la coordinadora del servicio podrá ver y gestionar las alertas que se vayan dando, así como emitir los informes o modificar los parámetros de actuación a lo largo del tiempo.

Toda la información que se recabe estará en una sola base de datos, así como toda la trazabilidad de las acciones que se lleven a cabo e incidencias que se den y gestionen. 

Esta base de datos contendrá datos personales, de salud y hábitos de vida de personas mayores y, por tanto, serán datos personales de alta sensibilidad. Esto hace que, para cumplir con la regulación europea en materia de protección de datos (GDPR), la base de datos deba de estar revestida de todos los mecanismos de seguridad y confidencialidad que garanticen su inviolabilidad y su adecuado tratamiento.

P.- ¿Cuál es la principal ventaja que aporta Fragicare en comparación con las posibilidades actuales?

R.- Podríamos descender a los detalles de la aplicación que se está desarrollando y llevar a cabo una exhaustiva comparativa con lo que hasta la fecha existe, pero pensamos que lo más interesante de nuestra estrategia es que no trata de abordar la problemática de una manera fragmentada, sino que trata de hacerlo desde un punto de vista integral centrado en la persona mayor, su evolución y sus necesidades.

P.- El proyecto tiene una duración de 34 meses y se desarrollarán a lo largo de tres anualidades. Se inició en marzo del año pasado y finaliza en diciembre de 2022. ¿En qué fase del desarrollo se encuentra ahora mismo?

R.- Hasta la fecha, ha transcurrido algo menos de la mitad del proyecto y podríamos decir que vamos según el cronograma previsto. 

El proyecto es un proyecto consorciado, por lo multidisciplinar del desarrollo que se está acometiendo. De esta manera, de forma paralela, se están desarrollando los entornos digitales, las interfaces, los dispositivos, los sistemas de comunicación, etcétera, y al tiempo se están confeccionando los parámetros de segmentación de los usuarios que darán lugar a una personalización del servicio, así como los contenidos y ejercicios audiovisuales a realizar por parte de las personas mayores, sin olvidarnos de toda la herramienta de gestión de las alertas e incidencias desde la coordinación del servicio.

P.- Los hitos de Fragicare finalizan con un proyecto piloto con 30 personas mayores frágiles en domicilio y 16 profesionales del Servicio de Ayuda a Domicilio. ¿Cómo se llevarán a cabo esas pruebas y dónde?

R.- Este piloto se llevará a cabo en Bilbao, con personas mayores usuarias del SAD que presta actualmente Aurrerantz (Grupo SSI) y con las profesionales de esta empresa. El pilotaje se llevará a cabo con usuarios reales y contará con el visto bueno del Ayuntamiento de Bilbao, que es quien tiene las competencias públicas en este tipo de prestaciones. 

Esta forma de pilotar el desarrollo ya fue puesta en práctica anteriormente con el proyecto Cronicare arrojando buenos resultados. No esperamos menos en Fragicare.

P.- Como acaba de comentar, el área de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao participa en el proyecto. ¿Han mostrado interés otros municipios de la comunidad o a nivel nacional?

R.- A nivel nacional, podemos decir que Euskadi es pionera en todo lo referente a la atención y cuidado de nuestros mayores y, de hecho, si uno observa los concursos y licitaciones que van saliendo en el tiempo, ve que Euskadi es un espejo en el que las demás comunidades autónomas se miran. Esto ocurre a todos los niveles competenciales, esto es, Gobierno Vasco, diputaciones y ayuntamientos.

En lo que respecta a la atención a domicilio, las competencias son municipales y, siendo Bilbao el mayor y más avanzado municipio de Euskadi, entendemos que estamos cerca del mejor referente.

Es cierto que otros ayuntamientos, al igual que otras empresas en el ámbito nacional, han mostrado interés por el proyecto y el desarrollo, pero por el momento preferimos continuar el camino emprendido y hacer el trabajo que demuestre que los desarrollos que se están realizando ayudarán a mejorar la calidad de vida de las personas, de una manera coste–efectiva.


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