Puente Viesgo reunió, del 30 de noviembre al 1 de diciembre, en el II 'Encuentro Nacional de Comunidades Rurales Amigables con las Personas Mayores', a alcaldes, concejales, personal técnico y expertos en el trabajo con el colectivo sénior de diferentes comunidades con el objetivo de intercambiar experiencias y conocer las buenas prácticas en materia de accesibilidad. 

Por segundo año consecutivo, la localidad cántabra fue punto de referencia para aquellas comunidades que han decidido cambiar su relación con las personas mayores y pasar de una lógica asistencialista a una de participación y de derechos ciudadanos. 

Así, el encuentro, financiado por la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Cantabria y coordinado técnicamente por la Fundación Patronato Europeo de Mayores (PEM), se celebró en el Balneario de Puente Viesgo y allí se han podido conocer en profundidad experiencias innovadoras de Cantabria, Comunidad de Madrid, Asturias, Navarra y Catalunya: desde el proceso de amigabilidad del propio Puente Viesgo, hasta lo avanzado por Madarcos —el municipio más pequeño de la Comunidad de Madrid—; desde las experiencias en el Sur de Cantabria hasta el plan de acción de Etxauri Amigable (Navarra); desde lo indagado por el Grupo de Investigación Envejecimiento, Cultura y Salud de la Universidad de Girona hasta lo aprendido en el camino por la periodista de referencia Loles Díaz Aledo; desde la reorientación de toda la política de cuidados en el Principado de Asturias hasta el balance que hace la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores que coordina el Imserso.

“Necesitamos cambiar la imagen social que perdura sobre las personas mayores y, en concreto, sobre las personas mayores rurales. Siguen siendo vistas por muchas administraciones y por parte de la sociedad como seres pasivos a la espera…”, destacó Aledo. 

En ese sentido, María Isabel Priede Díaz, directora general de Farmacia, Humanización y Coordinación Sociosanitaria del Gobierno de Cantabria, aseguró que los recursos y las acciones con y para las personas mayores rurales “deben partir de lo cercano y contar con el apoyo de las administraciones”.

Por su parte, Mónica Ramos Toro, coordinadora técnica de la Fundación PEM, señaló que “algunos municipios de Cantabria lo tienen muy claro y están cambiando su forma de relacionarse con las personas mayores. Tenemos ejemplos muy potentes como Puente Viesgo, Campoo de Yuso, Comillas o Ramales de la Victoria, pero queda mucho camino para que no veamos en las personas mayores del ámbito rural un problema". "No lo son", añadió, "pero el reto es que socialmente pasen de ser consideradas un asunto del pasado a convertirse en una palanca de presente y, ante todo de futuro”.

Finalmente, el alcalde de Puente Viesgo, Óscar Villegas, en su intervención, explicó que “la apuesta por la amigabilidad, con la asesoría de Fundación PEM, nos ha permitido cambiar y nos ha dotado de una hoja de ruta que trabajamos con las personas mayores, son ellas las que marcan el ritmo”. 

Todas esatas intervenciones las escuchaban, entre otras personas, unas ocho mujeres que forman parte del grupo motor de Puente Viesgo que impulsa el Plan de Amigabilidad. También estaba atenta la Concejala de Mayores de Comillas, María Luisa Iglesias Martínez, localidad que ha comenzado el camino para dotarse de un plan de amigabilidad propio.

En el segundo bloque del encuentro, se llevaron a cabo varias mesas de debate en la que intervinieron personas expertas como Eva Gallego,  de la mancomunidad de servicios Valle Norte y alcaldesa de Madarcos, en Madrid; Noemí Ruiz y Elsa Herreo, de la Fundación PEM; Maite Pozo Querol, coordinadora de la Red, Imserso; o Ana Belén Salmón, concejala de Puente Viesgo.