Un año más –y con esta ya se cumplen 33 ediciones–, el 1 de octubre vuelve a rendirse a las personas mayores, una declaración impulsada por la ONU y que lleva a las principales entidades y agentes representativos de los sénior a recordar esas consideraciones que deberían tenerse hacia este colectivo y que, como no puede ser de otra manera, también respaldamos desde entremayores.
El punto de partida podemos ponerlo en las reivindicaciones de la
Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), que denuncia que “la visión de la vejez como una carga, preponderante en la sociedad actual, no se ajusta a la realidad, dado que tiende a identificar a las personas mayores como un grupo poblacional supuestamente homogéneo y caracterizado por la inactividad, la improductividad y la dependencia”. Así, en contra de dicha visión, la PMP pone en evidencia una realidad distinta: “las personas mayores son un parte activa y fundamental de la sociedad” e insisten en la importancia de poner en valor las contribuciones positivas que las personas mayores y con discapacidad aportan a la economía y la sociedad, frente a esa generalizada percepción negativa actual de la vejez.
En la misma línea con esa consideración hacia los sénior, desde la
Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) reafirman su compromiso con la promoción y protección de los derechos y calidad de vida en todas las edades. “"Los derechos e intereses de las personas mayores deben estar presentes en la Agenda Pública. No solo en periodos de crisis donde se ve más latente su vulneración o en periodos electorales para conseguir votos. Desde UDP, exigimos un compromiso real en el día a día de las agendas de nuestras Administraciones públicas locales, provinciales, autonómicas y estatales”. Además, y entre otras cuestiones, hacen hincapié en que la participación de las personas mayores a través del movimiento asociativo mejora la calidad de vida de las propias personas mayores. “Y aunque muchos de nuestros representantes políticos no quieran ver lo mucho que podemos aportar, desde nuestra confederación seguiremos comprometidas con la representación de los derechos y las necesidades de las personas mayores”, aseguran.
Por su parte, la
Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) recuerda la importancia de que las personas mayores sean protagonistas de la sociedad, “siendo parte activa en todas las acciones que se adopten”. Para ello, la entidad solicita “el establecimiento de políticas activas que redunden en beneficio de las personas mayores en materia sanitarias, digitales, sociales, económicas, para alcanzar un envejecimiento activo y saludable en prevención de la dependencia y eliminar el edadismo”. Además, aprovechan esta efeméride para demandar “más recursos económicos, personales y materiales, para crear acciones preventivas y programas comunitarios que permitan convivir en espacios más amigables, donde las personas mayores no queden excluidas”.
Por parte de la compañía
DomusVi, y en consonancia con la lucha contra el edadismo, reivindical el papel de la atención profesionalizada como medida para hacer frente a las distintas formas de discriminación. “Nuestros mayores son más longevos, gozan de una mejor salud y tienen la capacidad y las ganas de interactuar más con su entorno social, de ganar más presencia”, destacan los profesionales de DomusVi, que advierten que “considerar a los mayores en forma global como grupo vulnerable ya los coloca en un escalón por debajo de los demás y es una primera forma de discriminación”. En los próximos años, aseguran, “tendremos una gran cantidad de personas mayores con más autonomía y esperanza de vida, que deberán recibir cuidados a la medida de sus necesidades para seguir siendo protagonistas, e incluso decisores, en sus núcleos sociales. Unos sénior activos y conscientes de que la suya es una edad que brinda muchas posibilidades y espacios para seguir desarrollándose. Nuestra cultura del cuidado deberá seguir yendo en esa dirección y siendo un elemento clave para combatir la discriminación”, concluye desde esta compañía.
La discriminación por edad también alcanza a las empresas y precisamente en ese tema se centra el informe de
Fundación Diversidad, que concluye que seis de cada diez empresas carecen de programas sobre sesgos inconscientes sobre las personas mayores para mejorar la inclusión del talento sénior. “La convivencia intergeneracional en el lugar de trabajo es fundamental para aprovechar al máximo la diversidad generacional. Las generaciones más jóvenes aportan nuevas ideas y perspectivas, mientras que las personas de más edad pueden cristalizar esas ideas y convertirlas en conocimiento. La colaboración entre generaciones puede ser altamente beneficiosa y sobre todo necesaria para enfrentar los retos relacionados con el envejecimiento poblacional”, reconocen desde esta entidad.
De la mano de esa lucha contra el edadismo, el sector no olvida la urgencia de ponerle freno al avance de la soledad no deseada. Lo recuerdan desde
Adopta Un Abuelo, programa de acompañamiento intergeneracional fundado en 2014 que ha conseguido acompañar hasta el momento a más de 6.600 personas mayores en situación de soledad durante más de 50.000 horas de compañía.
En España, más de dos millones de mayores viven solos y se enfrentan a obstáculos como el edadismo y la brecha digital. El objetivo de esta iniciativa es paliar la soledad no deseada que sufren las personas mayores y lograr que se sientan escuchadas, acompañadas y queridas a través de programas de voluntariado. “Una labor que ha sido posible gracias a los más de 13.000 voluntarios que han participado en programas de visitas en residencias, llamadas telefónicas y actividades y eventos”, destacan desde esta entidad.
Precisamente desde
Vivofácil –anteriormente conocida como Alares– hacen un llamamiento sobre la falta de recursos para combatir la soledad no deseada. Así, la entidad consideran imprescindible un nuevo enfoque en los programas de conciliación entre la vida personal, familiar y laboral y el fomento del envejecimiento activo en el hogar como una alternativa a la residencia.
También la patronal del sector alzó la voz este 1 de octubre. Desde el
Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (CEAPs) señalan que 16 años después de que se pusiera en marcha la Ley de Dependencia persiste una “injusticia social en España que impide que todas las personas que viven en residencias, acuden a centros de día o reciben cuidados en su domicilio paguen el mismo tipo de IVA por el mismo servicio”. Y es que, denuncian, “se da la paradoja de que el sector de la dependencia es el único con dos tipos de IVA diferentes en función de quien sea el que pague la factura: un 4% si quien la abona es la Administración pública y un 10% si quien paga es una persona a título individual”. Ese doble IVA, alertan, “provoca una doble desigualdad entre las personas y un grave perjuicio económico”, por ello exigen su eliminación y piden “justicia para que todas las personas mayores tributen al tipo reducido del 4% por los servicios a la dependencia”.