Ceafa insta a los partidos políticos a que pongan en marcha 'urgentemente' una Política de Estado de Alzheimer
Con motivo de las elecciones generales, la confederación demanda que el Alzheimer y otras demencias entren en la agenda política y las consideren como una prioridad sociosanitaria
La Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (Ceafa) insta a los partidos políticos a que pongan en marcha “urgentemente” una Política de Estado de Alzheimer. Así lo ha manifestado la entidad, que, con motivo de las elecciones generales del próximo 23 de julio, pide que el Alzheimer y otras demencias entren en la agenda política, reconociéndolas como un problema sociosanitario de primera magnitud.
Para la confederación, existe una falta de compromiso “enorme” con esta problemática social y sanitaria que generalmente se incluye dentro de otros colectivos como el de las personas mayores o el de la discapacidad por guardar ciertos aspectos comunes, pero que “debe ser considerado de manera específica o particular, atendiendo a su idiosincrasia, como la prioridad sociosanitaria que es. Los gobiernos deberán actuar en consecuencia”.
Plan Nacional de Alzheimer y política de Estado
La renovación del Plan de Alzheimer (2019-2023) es una de las propuestas que Ceafa ha trasladado a los partidos políticos en varias ocasiones. A pesar de haber sido aprobado por los Consejos Territorial de Servicios Sociales e Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en 2019, el Plan nunca se dotó presupuestariamente, lo que ha impedido ponerlo en práctica. En este sentido, “puede y debe decirse que España ha perdido cinco años en la lucha contra el Alzheimer y en la defensa de los derechos de casi cinco millones de personas afectadas”, declaran desde la entidad.
Por todo ello, desde la Ceafa instan a que el Plan Nacional de Alzheimer se haga realidad y sea el primer paso para avanzar hacia la necesaria Política de Estado. De este modo “quedaría patente la contribución transversal de todos los órdenes que afectan a una sociedad moderna, porque el Alzheimer ha dejado de ser un problema familiar y se ha convertido en un problema social”.
NUEVOS PERFILES Y NECESIDADES
Cada vez son más las personas diagnosticadas en fases muy tempranas de la enfermedad y a edades jóvenes (por debajo de los 65 años) y que conservan buena parte de sus capacidades. A día de hoy, los recursos existentes en el sistema no dan respuesta a las necesidades específicas de los nuevos perfiles. En este sentido, Ceafa afirma que “es imprescindible hacer una revisión en profundidad de los servicios, recursos, atenciones específicas para este creciente colectivo de la población que está cambiando radicalmente el concepto que tradicionalmente se ha tenido del Alzheimer y de sus consecuencias en las personas y en la sociedad”.
Además, desde la entidad apuntan que es “fundamental” que el Estado “se prepare para afrontar el futuro que se va a abrir a raíz de la aprobación de nuevos medicamentos que ralenticen la evolución de la enfermedad”, articulando las medidas necesarias que favorezcan su inclusión en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y que estén a disposición de todas las personas que los puedan necesitar independientemente del ámbito geográfico en que residan.
El Alzheimer no afecta sólo a la persona diagnosticada; lo hace también al conjunto de la familia y, con especial incidencia, al cuidador principal que, normalmente es mujer (76% de los casos). Por ello, una de las reivindicaciones principales de Ceafa es que se ponga a la persona (binomio) en el centro de atención, buscando la satisfacción y respeto a sus derechos individuales en todos aquellos ámbitos que sean de aplicación, es decir, que “todas las políticas, planes, programas, servicios y recursos, que se dispongan para atender al Alzheimer, contemplen de manera inseparable ese binomio y las necesidades de codependencia que genera”, subraya Ceafa.
Por otro lado, desde la entidad demandan la revisión de la cartera de servicios y recursos de la Ley de Dependencia, buscando su adaptación a las necesidades de las personas con demencia en sus diferentes fases o etapas de evolución, contemplando medidas que abarquen desde la promoción de la autonomía personal hasta la protección de la dependencia.
Por último, otra de las reivindicaciones históricas de la confederación es la necesidad de impulsar la investigación, ya sea biomédica, enfocada a la cura o prevención de la enfermedad o sociosanitaria, para mejorar las condiciones de vida de las personas. “Sigue siendo necesario incrementar la financiación específica para la investigación en toda su extensión: básica, clínica, traslacional, sociosanitaria, social”, concluyen desde la Confederación.