Ignorar el rápido envejecimiento en Ucrania pondrá en peligro la recuperación del país
HelpAge International ha presentado un informe en el que advierte que cualquier plan de recuperación social y económica del país deberá tener en cuenta las necesidades de una población de mayor edad causada por un drástico cambio demográfico
Como advierten desde esta organización, el rápido envejecimiento de la población de Ucrania tiene importantes implicaciones para la recuperación social y económica del país. Al menos el 25% de la población de Ucrania tenía más de 60 años antes de la invasión rusa, uno de los porcentajes más altos de personas mayores de cualquier país del mundo, y esto va en aumento.
Así pues, inciden en que cualquier plan de recuperación social y económica del país deberá tener en cuenta las necesidades de una población de mayor edad causada por este cambio demográfico. Es esencial que el proceso de recuperación involucre a todos los grupos de población y se base en datos desglosados. El Gobierno no solo necesitará reconstruir sus servicios de salud y atención a largo plazo, sino también adaptarlos a una población que envejece. También deberán proporcionar viviendas e infraestructura accesibles y desarrollar un sistema de pensiones sostenible.
Se calcula que el 16% de las instalaciones de salud pública habían sido dañadas o destruidas después de solo un año de guerra, mientras que la cantidad de personas con discapacidad había aumentado en aproximadamente 130.000, y un sinnúmero de personas luchaban con problemas de salud mental.
“La guerra está exacerbando la necesidad de atención y apoyo a largo plazo en la comunidad, por lo que es muy importante desarrollar sistemas que respondan mejor a las crecientes necesidades de una población mayor. La población de Ucrania está cambiando y es hora de que los esfuerzos de apoyo lo reconozcan”, dijo Dimitrije Todorovic, director de HelpAge en Croacia.
INSEGURIDAD DE LOS INGRESOS Y DEPENDENCIA
La guerra ha empujado a 7,1 millones de personas a la pobreza. Alrededor del 80% de los ucranianos mayores solteros viven por debajo del umbral de la pobreza y el 90% no puede pagar ni siquiera las necesidades médicas básicas. La propia investigación de HelpAge muestra que en 2021 la pensión era el único ingreso del 89% de las personas mayores. Asimismo, existe una necesidad urgente de mejorar la viabilidad del sistema estatal de pensiones para crear un futuro sostenible para el país y la dignidad de sus personas mayores.
Antes de la guerra, Ucrania estaba en un camino claro hacia la desinstitucionalización del cuidado de niños, personas con discapacidad y personas mayores. Sin embargo, en los primeros cuatro meses de la guerra, más de 4.000 personas mayores, incluidas aquellas que vivían de forma independiente antes de la guerra, fueron internadas en instituciones estatales. Esto se suma a las 41.000 personas mayores y personas con discapacidad estimadas que vivían en instituciones antes del conflicto. Si bien estas instituciones pueden ser un refugio seguro durante la guerra, la estadía prolongada aumenta el aislamiento y pone a las personas mayores en peligro de abuso y abandono institucional.
Revertir el proceso de dependencia excesiva de las instituciones mantendrá a Ucrania comprometida con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que ratificó en 2010. Más importante aún, garantizará que las personas mayores puedan disfrutar de una vida de independencia, autonomía y elección.
“La guerra ha golpeado más fuerte a las personas mayores, ya que son ellas las que se quedaron atrás, aisladas y privadas de sistemas de apoyo. Ningún esfuerzo para ayudar a Ucrania a recuperarse puede ignorar esto y cualquier camino hacia la recuperación y la integración en la UE para Ucrania debe priorizar las políticas que garanticen la igualdad, la inclusión y las comunidades amigables con las personas mayores”, concluye Todorovic.
TESTIMONIOS
Para ilustrar esta presentación, HelpAge incluyó algunos testimonios reales de las circunstancias que están sufriendo algunas personas. Así, dieron a conocer a Arkadyy, de 66 años, que fue desplazado con su madre de 91 años a una institución estatal. Le gustaría volver a ver su hogar pero, sin más apoyo en la comunidad, le cuesta ver cómo podría cuidar a su madre. O Valentina, de 65 años, una superviviente de la invasión rusa en Irpin. Ha perdido la vista en un ojo y su visión se está deteriorando en el otro. Si bien recibe algunos medicamentos para condiciones generales de forma gratuita, no puede pagar el tratamiento para su vista.