Por primera vez, las recomendaciones de la reunión de la OEWGA se presentarán en la Asamblea General
La 14ª sesión del Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre Envejecimiento de las Naciones Unidas (OEWGA), que tuvo lugar a finales de mayo, ha dado un paso más hacia una convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores. Este departamento fue creado en el año 2010, mediante una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas, con la finalidad de fortalecer la protección de los derechos humanos de las personas mayores en todo el mundo. Con carácter anual, la sede de la ONU en Nueva York, acoge este evento, que este año se desarrolló del 20 al 22 y el 24 de mayo.
Por primera vez, los Estados miembro de la ONU recomendaron (entre otras medidas) un instrumento jurídicamente vinculante –dicha convención– para promover, proteger y garantizar el reconocimiento y la realización de todos los derechos humanos de las personas mayores. Como señalan desde AGE Platform Europe, “un instrumento internacional jurídicamente vinculante , también conocido como tratado de derechos humanos de las Naciones Unidas o ‘convención de las Naciones Unidas’, es adoptado por varios países y conlleva obligaciones legales para esas partes tras su aceptación o ratificación. En este caso, si se adopta en el futuro como esperamos, abordará lagunas de protección específicas para que las personas mayores disfruten de sus derechos humanos”.
La Embajadora de Portugal, Ana Paula Zacarias, quien desempeñó un papel clave como cofacilitadora junto con el Embajador de Brasil en el desarrollo del proyecto de recomendaciones y en la conducción de las negociaciones intergubernamentales, destacó durante el encuentro que “ya es hora de que decidamos iniciar negociaciones en las Naciones Unidas sobre un nuevo instrumento internacional jurídicamente vinculante para proteger y promover los derechos humanos de todas las personas mayores y estamos dispuestos a hacer nuestra parte tanto aquí como en Ginebra”.
UN SISTEMA LIMITADO, PARCIAL Y QUE PERPETÚA LA BRECHA DE JUSTICIA
Para Tanja Venisnik, asesora de políticas de derechos globales de HelpAge International, “este año ha supuesto un hito en la carrera por dignificar y proteger definitivamente al colectivo sénior”. Y es que finalmente, después de 14 años, los Estados miembro han adoptado una serie de recomendaciones reconociendo la necesidad de crear un instrumento internacional jurídicamente vinculante para abordar las lagunas en la protección de los derechos de las personas mayores.
“Es la primera vez que se adopta una decisión sustantiva sobre los derechos humanos de las personas mayores, sentando las bases para la posible redacción de una convención de la ONU sobre los derechos de las personas mayores”, subraya Venisnik.
A pesar de una decisión consensuada, “algunos Estados aún expresaron preocupación por las recomendaciones, sugiriendo que el proceso había sido apresurado y no llevado a cabo lo suficientemente exhaustivo”, añade la asesora. Ante esta manifestación, las ONG participantes reaccionaron con “incredulidad” puesto que han pasado 14 años de discusiones sobre este asunto.
Por su parte, para Heidrun Mollenkopf, presidenta de AGE Platform Europe, “los derechos humanos no conocen límites de edad y deben garantizarse durante toda la vida, tanto para las personas mayores como para otros grupos de edad. Los Estados miembro de la UE ya no pueden seguir siendo partidarios pasivos de los derechos de las personas mayores; finalmente deben convertirse en defensores activos de la igualdad de derechos de las personas mayores y liderar la manifestación a favor de una nueva convención de la ONU que garantice igualmente los derechos humanos en la vejez”.
Finalmente, Nena Georgantzi, responsable de Derechos Humanos de AGE, subrayó que “la discriminación por edad no sólo impulsa las violaciones, sino que también hace que estas violaciones parezcan naturales o inevitables. Las personas mayores no pueden confiar en el actual sistema de derechos humanos para reclamar sus derechos, porque es conceptualmente limitado, parcial y perpetúa una brecha de justicia. La ausencia de estándares concretos para desafiar la discriminación por edad hace que la manipulación de los derechos en la vejez sea demasiado elástica y refutable”.
UN VIAJE LEJOS DE TERMINAR
Así pues, por primera vez, las recomendaciones surgidas de la reunión de este año de la OEWGA, se presentarán para su posterior consideración ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre. “Esperamos que los Estados miembro aprovechen esta decisión histórica. Será crucial que soliciten al Consejo de Derechos Humanos (CDH), que posee la experiencia técnica necesaria, que continúe estas discusiones y comience a redactar una convención de la ONU sobre los derechos de las personas mayores sin más demora”, urge la asesora de HelpAge.
Pero, para AGE Platform Europe, “el viaje está lejos de terminar. La UE y sus Estados miembros deben estar a la altura de sus compromisos y lograr avances tangibles hacia la realización de las recomendaciones. En los próximos meses, es probable que se adopte una nueva resolución de la Asamblea General y tenemos que asegurarnos de que incluya pasos concretos hacia la redacción de una nueva convención de la ONU. Idealmente, nos gustaría que el Consejo de Derechos Humanos tomara medidas estableciendo un grupo de trabajo que elaborara el contenido de una nueva convención”.
En este sentido,
invitan a asociaciones y ciudadanía civil a “dar pequeños pasos” hacia este fin, “
pidiendo a sus gobiernos que apoyen activamente una nueva convención de la ONU que garantice la igualdad de derechos en la vejez” o
firmando una petición que ha iniciado Global Alliance for the Rights of Older People (GAROP) a través de
este enlace.