Aprobada una resolución histórica para proteger los derechos humanos de las personas mayores
Este verano nos ha dejado una de esas fechas que marcarán la historia de los derechos humanos. En este caso, los que hacen referencia a las personas mayores. Después de 14 intensos años de trabajo, en los que el Grupo de Trabajo de Composición Abierta de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento se centró en identificar las lagunas en el marco internacional existente de los derechos humanos de las personas mayores y determinar la mejor manera de abordarlas, el 13 de agosto de 2024, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución histórica en la que se decidió que este equipo había completado su labor, ya que concluyó su revisión de las lagunas y recomendó una decena de propuestas concretas para su análisis.
Se trata de un hito importante, ya que la nueva resolución –titulada Recomendaciones relativas a la identificación de posibles lagunas en la protección de los derechos humanos de las personas mayores y la mejor manera de abordarlas– también insta a los órganos de las Naciones Unidas a considerar la posible aplicación de estas propuestas, que incluyen mecanismos jurídicos para abordar la discriminación basada en la edad. Esto es importante, ya que según el informe mundial de las Naciones Unidas sobre el edadismo, la política y la legislación son una de las tres estrategias que han demostrado funcionar para reducir la discriminación por edad.
LA RESOLUCIÓN
La resolución adoptada en el septuagésimo octavo período de sesiones insta a los Estados miembro a votar, este septiembre, “si el Consejo de Derechos Humanos debe continuar con estos debates y comenzar a redactar una convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores sin más demora”.
En el texto se recuerdan los inicios –la resolución 65/182, de 21 de diciembre de 2010, en la que estableció el grupo de trabajo–, se repasan las conclusiones que han ido aportando, y se agradecen “las contribuciones positivas de los Estados miembro, así como de los órganos y organizaciones pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, incluidos los titulares de mandatos pertinentes en materia de derechos humanos y los órganos creados en virtud de tratados y las comisiones regionales, así como las instituciones nacionales de derechos humanos, las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales pertinentes con interés en la cuestión y los ponentes invitados, durante sus últimos 14 períodos de sesiones”.
El documento finaliza diciendo que “el Grupo de Trabajo de composición abierta sobre el envejecimiento ha concluido la labor que se le encomendó (...), insta a los órganos competentes de las Naciones Unidas a que sigan examinando las recomendaciones aprobadas por el Grupo de Trabajo (...), y pide al presidente de la Asamblea General que celebre una reunión de alto nivel en su septuagésimo noveno período de sesiones para intercambiar opiniones y compartir experiencias sobre las recomendaciones incluidas (...), de manera equitativa y no excluyente, y para definir las próximas medidas sobre los desafíos y las oportunidades en relación con los derechos y el bienestar de las personas de edad”.
INFORME DEL SECRETARIO GENERAL
Posteriormente, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, emitió un informe sobre el seguimiento de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en el que destaca la creciente importancia de la solidaridad intergeneracional ante los cambios demográficos mundiales. El informe destaca las oportunidades y los desafíos que plantea el aumento de la población mundial de personas mayores y aboga por políticas que promuevan las alianzas y la solidaridad intergeneracionales. Finalmente, alienta a la Asamblea General a reiterar el llamamiento a los Estados Miembros para que incluyan a representantes de las personas mayores en sus delegaciones ante las Naciones Unidas, mejorando así los debates intergeneracionales.
“DECIDIDOS A HACER REALIDAD ESTA CONVENCIÓN”
Las reacciones ante esta resolución han sido, evidentemente, muy esperanzadoras. Entidades que llevan en su seña de identidad la defensa de los derechos de los sénior y que su trayectoria ha estado marcada por esta lucha incesante han acogido este hito como un revulsivo.
Para Cherian Mathews, director ejecutivo de HelpAge International, “la resolución de la ONU marca un paso adelante histórico en la protección de los derechos de las personas mayores. Ahora estamos a punto de establecer una convención internacional jurídicamente vinculante. Esto acelerará un proceso de la ONU para deliberar y comenzar a redactar un tratado internacional vinculante para proteger los derechos de las personas mayores. Debemos continuar con nuestra labor de defensa, colaborar con los gobiernos y amplificar las voces de las personas mayores. HelpAge y sus aliados siguen decididos a cumplir su misión de hacer realidad esta convención”.
El papel de la Alianza Global por los Derechos de las Personas Mayores (Garop) ha sido trascendental durante estos años. Ante la resolución adoptada, el grupo directivo de la entidad emitió un comunicado en el que se muestran “satisfechos con esta resolución (...), piden que el Consejo de Derechos Humanos examine las recomendaciones de la decisión 14/1 y acuerde los próximos pasos concretos lo antes posible” y se ofrece, junto a la red de más de 400 organizaciones miembros que componen esta organización “a colaborar activa y constructivamente con los Estados miembro y otras partes interesadas, para avanzar a nivel internacional y aprovechar el amplio trabajo realizado sobre los derechos humanos de las personas mayores durante los últimos 14 años”.