Pregunta.- Acaba de ser nombrado nuevo presidente de la SGXX. ¿Cómo afronta este cargo y cuáles serán sus prioridades al frente de la Sociedade?

Respuesta.- En primer lugar, fomentar la participación de todos los socios en las actividades realizadas por la Sociedad. Quiero que sea una entidad participativa en su más amplio sentido. En segundo lugar, reivindicar el papel de las personas mayores en la sociedad actual, tratando de canalizar nuestros objetivos hacia la consecución de un mayor estado de bienestar de este grupo etario, tanto en lo que se refiere a la consecución de una mejor salud como en lo que se refiere a la atención y cuidados de las personas con algún tipo de enfermedad o discapacidad. Por último, abundar en una mejora de la formación de todos los profesionales que de una manera u otra se dedican a la Gerontología y Geriatría, no solamente desde los propios recursos gerontológicos, sino también desde la Atención Primaria u hospitalaria, administraciones, etcétera.

P.- Desde su intensa experiencia en Geriatría, ¿cuáles diría que son las demandas más urgentes que hay que satisfacer de los mayores gallegos?

R.- Está claro que Galicia es una de las comunidades más envejecidas del Estado español, lo que significa que tenemos muchas personas mayores, tanto en términos absolutos (más de 600.000) como relativos (22%). Pero estas personas llegan a la vejez en diferentes condiciones, unos en una buena situación de salud, mientras que otros presentan diferentes alteraciones, que van desde una pluripatología hasta una situación de dependencia. Nuestra idea es buscar una situación de salud más igualitaria, para lo que hay que trabajar más con los colectivos más desfavorecidos. En este sentido, entiendo que se deberán de fomentar los recursos y apoyos dirigidos a los ancianos frágiles, personas mayores con dependencia, cuidadores familiares, etcétera. Para ello, trataremos de ser una sociedad científica que sensibilice a las administraciones acerca de las necesidades establecidas y las vías para satisfacerlas. Por supuesto, no quiero olvidar la educación sanitaria de la sociedad como una de las medidas más importantes a la hora de envejecer con éxito.

P.- Recientemente aludió a la importancia de potenciar la Geriatría en el sistema público de salud. ¿Cómo puede llevarse a cabo esta propuesta? ¿En qué situación se encuentra Galicia, en este sentido, con respecto a otras regiones?

R.- Geriatría no es únicamente atender a personas mayores a través de médicos geriatras, sino que Geriatría es la labor realizada por cualquier profesional de las Ciencias de la Salud a la cabecera del enfermo. Por ello, entiendo que es necesario fomentar la formación y el reciclaje de los profesionales del sistema de salud que están atendiendo a nuestros mayores, para que lo hagan con mayor eficiencia y eficacia. La atención a las personas mayores encierra una serie de connotaciones que han de ser conocidas por los profesionales: pluripatología, polifarmacia, cronicidad, atípia, valoración integral, intervención personalizada, seguimiento, derivación al recurso adecuado, etcétera.
En general, en España la Geriatría está poco desarrollada y lo poco que se ha hecho es precisamente por el empuje que le han dado sociedades como la española o la gallega de Geriatría y Gerontología. Pero, en todo caso, creo que de una manera u otra el desarrollo ha de ser inminente y la tendencia, sin duda, ha de ser que todas las comunidades se desarrollen de manera similar, ya que una vez demostrada la eficiencia de la atención geriátrica, no sería justo que unas comunidades la dispensaran y otras no. Los sistemas eficientes tienden a converger, es cuestión de tiempo.

P.- ¿Qué ventajas ofrecen a los usuarios la existencia de unidades de atención geriátrica?

R.- De alguna manera, a esta cuestión hago referencia en la anterior. La atención geriátrica es la realizada por los profesionales de la salud en la atención a las personas mayores.
Un mejor conocimiento de las pautas de valoración e intervención, sin duda contribuirá a la mejora tanto de la calidad de vida de las personas mayores y personas de su entorno, como del rendimiento en el gasto sanitario, al ser más eficaz el sistema, tanto en el diagnóstico como en la derivación al recurso adecuado o la propia intervención sobre el paciente.
Por otro lado, la puesta en marcha de unidades o servicios de atención geriátrica dentro del sistema sanitario, como son los casos en Galicia de Lugo y Vigo, contribuiría, en coordinación con los demás servicios a mejorar la calidad de la atención por tenerse en cuenta las particularidades del enfermar de la persona mayor, como así se ha demostrado con las unidades en funcionamiento, donde además  de disminuir el tiempo de estancia hospitalario con altas más precoces se ha logrado dar una mejor atención con disminución de algunos indicadores como son la morbilidad y la mortalidad.
Por último, señalar la importancia que, en una sociedad envejecida, tienen las políticas dirigidas a las personas mayores, tanto desde el punto de vista social como sanitario, ya que un grupo etario tan numeroso desde luego tiene un peso importante en la sociedad, peso que hay que tener en cuenta aunque solo sea de un modo egoísta, ya que los mayores del mañana son los jóvenes de hoy.
La sociedad tiene todavía mucho que reconocer a las personas mayores y una de las mayores deudas es, precisamente, la puesta en marcha de un sistema de atención justo y equitativo, en donde todos tengan la oportunidad de ser atendidos de acuerdo a sus necesidades.