En contra de la creencia generalizada de que la jubilación acarrea consecuencias negativas tales como la pérdida de vida social, la sensación de inutilidad dentro de la sociedad o los sentimientos de tristeza y soledad, esta etapa de la vida ofrece gran cantidad de oportunidades y ventajas a las personas mayores. Esta es la principal conclusión de ‘Jubillennials: El impacto de la jubilación en la salud a partir de los 65 años’, un estudio elaborado de manera conjunta por Vivaz, la marca de seguros de salud de Línea Directa S.A., la Universidad Francisco de Vitoria y el Instituto de Salud Carlos III, que analiza la situación actual de las personas de 65 o más años cuya vida laboral ha llegado a su fin y que constituyen un colectivo denominado jubillennials. 

Entre otras cuestiones, esta investigación señala que dejar de trabajar reduce de manera considerable los síntomas de la depresión. De hecho, “el porcentaje de españoles de 55 a 64 años que presentan síntomas depresivos es un 27% mayor que el de los mayores de 65 años que ya se han jubilado”. 

El informe explica que el hecho de que los jubillennials españoles cuenten con “perspectivas vitales realmente envidiables”, tiene que ver con circunstancias como que nuestro país, además de ser el segundo más longevo, detrás de Japón, es el más sano del planeta, según el Índice Bloomberg Helthiest Country 2019. 

La disminución de los síntomas depresivos en las personas jubiladas puede deberse, según el estudio, a un cambio en el estilo de vida, gracias a la adopción de hábitos más saludables: “el porcentaje de españoles de 65 a 75 años que realiza ejercicio de forma regular aumenta un 28% respecto a los diez años previos al retiro. Además, se sigue la dieta mediterránea con más asiduidad (+12%), se fuma y se bebe muchos menos ( -61% y -6%, respectivamente) y, en general, estas personas se encuentran más satisfechas con su vida social”. 

Otro de los mitos que deshace este informe es del supuesto abuso de la Atención Primaria, Urgencias y hospitales por parte de los jubilados españoles, ya que, en realidad, “mantienen niveles de uso muy parecidos a los de la etapa inmediatamente anterior a su retiro”. De hecho, sectores como el de la psicología, la fisioterapia y la rehabilitación clínica presentan una acusada disminución de las visitas por parte de este colectivo. En concreto, del 62%, del 29% y del 37%, respectivamente. 

Por otra parte, lo que sí parece aumentar en las personas jubiladas, es la conciencia preventiva. En este sentido, los españoles de 65 a 75 años se vacunan contra la gripe con mucha mayor frecuencia que antes de jubilarse, se realizan más chequeos médicos y se hacen más pruebas que facilitan la detección precoz del cáncer. 

Con respecto a los problemas que presenta este colectivo, destaca el aumento de la medicación, algo, “en parte lógico, dada su mayor edad”, pero que es necesario controlar.