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Jorge Pérez / Director del Observatorio de las Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (Ontsi)

“Entre 2007 y 2016, el porcentaje de mayores que usaron Internet regularmente se multiplicó por cinco”

Redacción EM 09-05-2017

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PREGUNTA.- El Archivo de la Experiencia, creado en 2007, tenía como objetivo reunir las vivencias de los mayores en internet y fomentar su acceso. Ya han pasado diez años, ¿cómo ha cambiado en este tiempo la relación de las personas mayores con las redes? 

RESPUESTA.- Creo que ha mejorado muchísimo. Entre 2007 y 2016 se ha multiplicado por más de cinco el porcentaje de mayores que usan Internet de manera regular (aquellos que lo usan como mínimo todas las semanas). En 2007 el porcentaje de personas de entre 65 y 75 años que lo hacían era solo del 5,4% y en 2016 ya eran el 31%.
Pero también hay que indicar que todavía son pocos en comparación con la media nacional. Están muy lejos de la media nacional (que es del 76,5%) y no digamos ya de la de los jóvenes, que se sitúa en el 97%.
A pesar de ello, en el lado positivo, hay que destacar que desde el año 2012 se están reduciendo estas diferencias. En relación con los jóvenes, en 2012 la diferencia era de 77 puntos y en 2016 era de 66. Todavía muy grande, pero reduciéndose.

P.- Según los estudios del Ontsi sobre el perfil sociodemográfico de los internautas, en cuanto al uso de Internet por segmentos de edad, los mayores de 65 a 74 años han pasado de un 28,8% (2014) a un 38,1% (2016) en tan solo dos años. De la misma manera, pero en cuanto a la situación laboral, un 40,3% de los pensionistas usaban la Red en 2014, y en 2016 asciende hasta el 48,7%. Se trata de los grupos que más han crecido, ¿se están acortando las diferencias entre generaciones? 

R.- Las diferencias en relación con el acceso a Internet se están reduciendo claramente. No podía ser de otra manera. A medida que determinados colectivos se aproximan a lo que podíamos llamar el nivel de saturación –valores por encima del 85–, la progresión de los colectivos con mayores niveles de acceso se desacelera y la de los colectivos con niveles más bajos empiezan a superar a los de los niveles más altos. Es lo que ha pasado en la evolución del uso de Internet por parte de los mayores frente a la de los jóvenes o cuando se analiza la evolución del acceso a Internet de los estudiantes (que ha pasado de un 88,5% en 2007 a un 98% en 2016) frente al de los pensionistas (que han pasado de un 12% en 2007 a un 42%) en 2016.
Sin embargo, si en vez de hablar de acceso a Internet hablamos del uso que se le da a Internet, el asunto es más complejo.

P.- En este mismo estudio se incide en que la edad sigue evidenciando diferencias de aptitudes digitales. Explican que se observa claramente como “a menor edad, mayor habilidad digital y a mayor edad, menor capacidad”. ¿Cuál es la “fotografía” real del colectivo y su relación con Internet y las redes sociales? 

R.- Antes de hacer una “foto” del colectivo quiero advertir que lo que sacan las estadísticas son los valores medios y no las situaciones individuales. Muchos mayores disponen de excelentes competencias digitales  y son usuarios avanzados de las redes sociales. Sin embargo, es cierto que en términos medios, la edad se relaciona inversamente con las competencias digitales, aunque, al igual que pasaba con el acceso a Internet, esto es algo que también está cambiando.
En los últimos cinco años, el porcentaje de mayores que usan las redes sociales ha pasado de ser un 2,5%, en 2011, a un 14%, en 2016. Si en vez de referirnos al total de mayores nos referimos solamente a los mayores que usan Internet, podemos decir que en 2016 el porcentaje de internautas mayores que usan las redes sociales es del 40%.

P.- Aunque sería generalizar, ¿cómo encara el aprendizaje de nuevas tecnologías una persona mayor a diferencia de cómo lo hacen otras generaciones más jóvenes? 

R.- Deberíamos distinguir entre la adquisición de competencias básicas y competencias avanzadas.
En el caso de las competencias básicas, los colectivos en los que el uso de Internet está generalizado, la adquisición de estas competencias se produce de manera natural mediante la relación con sus iguales y el uso de las aplicaciones más usuales entre ellos. El resultado final es que disponen de un nivel de competencias básicas razonables.
Sin embargo, la adquisición de competencias avanzadas requiere de otros mecanismos más formales –formación reglada, formación en el lugar de trabajo – que requieren una revisión para mejorar su funcionamiento y garantizar que proporciona los resultados deseados. Lo cierto es que la mayoría de la población no dispone de estas competencias avanzadas.
Creo que en el caso de los mayores, la situación es diferente. Si no está generalizado el uso de Internet en su colectivo de referencia, es más difícil que encuentren la utilidad de Internet y más difícil acceder a quienes puedan resolverles las dudas que se les presenten.
Superar estos dos retos –encontrar aplicaciones útiles para los mayores y proporcionar un entorno donde puedan aprender– son las claves para impulsar la adquisición de competencias digitales por parte de los mayores.

P.- ¿Qué proyectos dirigidos a mayores (y al uso de Internet) están llevando a cabo desde Red.es? 

R.- Hace años, Red.es desarrolló programas específicos para facilitar el acceso de mayores a Internet –como el proyecto de “Archivo de la Experiencia” que has citado al principio–. Y también hemos colaborado con comunidades autónomas y otras organizaciones para desarrollar iniciativas que favorecían el acceso a internet de todos, incluidos los mayores, como el programa de telecentros.
En los últimos años nos hemos centrado más en la prestación de servicios para las Administraciones públicas y para las empresas, lo que no quiere decir que en el futuro próximo no vayamos a abordar nuevos programas en este ámbito.


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