RESPUESTA.- ‘Mercedes’ en un proyecto que se presentó en verano de 2020. El acrónimo corresponde al nombre de mi abuela, que sufrió un ictus y vivía sola, y en aquel momento no estaba tan desarrollada la tecnología, que hubiera ayudado para detectar que no tenía actividad y que algo le había pasado. Los tiempos de respuesta son muy importantes en este tipo de casos, y eso nos hizo reflexionar sobre las posibilidades que puede ofrecer la tecnología para cuidar a los mayores y que estén protegidos, es decir, garantiza su seguridad y calidad de vida. 

El sistema ‘Mercedes’ se basa en el despliegue de sensores de mínima invasividad y en la gran adaptación en el día a día de las personas mayores. La líneas de investigación de tecnología y sensores es amplia y existen muchas propuestas, pero en ocasiones se utilizan tecnología altamente invasiva como cámaras o dispositivos cuya batería dura solos unas horas o unos días. Y esto a veces supone una barrera para que se implemente en entornos reales para monitorizar a las personas.

‘Mercedes’ ha sido desarrollada por Aurora Polo Rodríguez, investigadora predoctoral de la Universidad de Jaén. El sistema es de mínima invasividad con sensores ambientales localizados en las puertas, en los pasillo, etcétera. Además, son de tamaño pequeño y con ellos podemos ver la actividad que van desarrollando en la interacción con el entorno. Por otro lado, los usuarios también llevan una pequeña pulsera que tienen una autonomía de más de 20 días, y con eso sabemos la frecuencia cardíaca de la persona y la actividad que realiza a lo largo del día. 

Por último, instalamos una pequeñas balizas en las paredes de la casa y esto determina en que habitación se encuentra la persona mayor.

Con lo cual, sabemos su actividad diaria, dónde se encuentra, si se mueve, el ejercicio físico que realiza, si prepara el desayuno, la comida, si duerme las horas necesarias, etcétera. Este tipo de estimaciones son importantes para saber el estado de salud física y mental de la persona. Incluso se puede detectar que empiezan a sufrir deterioro cognitivo, u otro tipo de dolencias.

La cantidad de datos que recogen este tipo de sensores son muy extensos. Por eso, nosotros, a partir de toda esa información, hacemos el reconocimiento de actividad del usuario o usuaria y hacemos un informe para la familia. Con esos datos, el cuidador o cuidadora puede hacer una estimación del estado de salud de la persona y cómo evoluciona a lo largo de los meses.  De esta forma, se pueden tomar medidas preventivas para mejorar la calidad de vida del mayor. Este programa piloto en algunos hogares se realizó dentro del proyecto Adetem. Y también se ha desplegado una experiencia en una residencia dentro del proyecto Activa, que dirige Macarena Espinilla, catedrática de la Universidad de Jaén

R.- El envejecimiento activo y saludable se puede fomentar a través de la tecnología. Por ejemplo, integrando tecnología deportiva, a través de pulseras que reflejen la actividad de usuario. También se pueden impulsar redes sociales que les permita estar conectados con eventos que se realicen en el entorno donde vive el mayor. Incluso deben poder organizar ellos mismos esos encuentros, talleres, etcétera, en papel activo de cohesión e interacción social.

Todo esto necesita fondos para ser investigado y evaluado. De cara al despliegue de soluciones tecnológicas reales, en nuestro contexto local, debemos priorizar el coste de dispositivos y su facilidad de mantenimiento por los escasos recursos disponibles que tenemos. Es por ello que en nuestras propuestas, como la de ‘Mercedes’ quisimos realizar un sistema muy barato, el despliegue de cada uno apenas llega a 200 euros.