Abordar los retos que plantea el envejecimiento de la población implica que las empresas tecnológicas y los agentes sociales y sanitarios estén en continua colaboración y, en este sentido, la humanización de la tecnología es uno de los temas clave. El Proyecto Athika, financiado por el programa Erasmus+ de la Comisión Europea y en el que participan universidades, Administraciones públicas y empresas de toda Europa, da respuesta a algunos de estos puntos.

Jesús Berdún, ingeniero de telecomunicaciones y experto en eHealth de la Fundació TIC Salut Social, explica que el principal objetivo de Athika es aportar un enfoque humanista en las ingenierías aplicadas en el ámbito de la salud, analizar sus efectos y diseñar e implementar soluciones más allá del puro planteamiento tecnológico, teniendo en cuenta sus aspectos éticos y sociales. Athika podrá, por tanto, mejorar las competencias de los profesionales sanitarios y de los ingenieros para facilitar la aplicación de las nuevas tecnologías en el sector, reduciendo la brecha digital en este ámbito.

“Además, uno de los objetivos de Athika fue introducir los aspectos éticos y deontológicos en las propias carreras de ingeniería, con el objetivo de crear soluciones que tengan implícitos los aspectos éticos, fomentando la visión humana de las soluciones tecnológicas”, señala.

Los resultados del proyecto han permitido diseñar un itinerario formativo que cubre diferentes ámbitos: la Salud Digital, el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (AI), la gobernanza de los datos y la ética en el uso de nuevas tecnologías. 

Respecto a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías en el ámbito de atención y cuidados a los mayores en su hogar, Berdún destaca que Athika ha definido ámbitos de aplicación en el sector de la salud, extensibles al cuidado en el hogar. “En primer lugar, el IoT permite interrelacionar una gran cantidad de datos, tanto de la persona, como de su entorno de convivencia y su hogar. La IA nos permite identificar y adelantarnos a situaciones con el objetivo de definir acciones para dar respuesta a necesidades de las personas, ya sea para dar apoyo a la dependencia o para fomentar una vida independiente. Y los criterios legales y éticos hacen que las mejoras tecnológicas estén reguladas y adaptadas para lograr un beneficio en la salud y la calidad de vida”, detalla.