Respuesta.- La terapia ocupacional en el ámbito de las personas mayores contribuye significativamente a crear y mantener la salud, el bienestar y la calidad de vida a través de las ocupaciones diarias. Nuestra disciplina interviene para desarrollar entornos adaptados y accesibles para las personas mayores, que impulsen su autonomía en el día a día, cooperando en su participación activa dentro de la comunidad, todo ello, teniendo en cuenta cuatro pilares básicos: salud, ocupación, participación y seguridad.

R.- La Terapia Ocupacional es una profesión sociosanitaria que interviene en la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación y la práctica está centrada en la persona. El principal objetivo de la terapia ocupacional es capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria de forma autónoma, sea cual sea su nivel o grado de dependencia. Todas las personas tenemos el derecho a vivir dignamente y de la forma más autónoma posible hasta el final de nuestros días, y los terapeutas ocupacionales tenemos el deber intrínseco de favorecer este hecho, está dentro de nuestro ADN profesional, el poder adaptar y favorecer el desarrollo de las actividades diarias de la persona.

R.- Como comentábamos, nos centramos en abordar todas las áreas que ocupan la vida de la persona mayor, sea cual sea su grado de dependencia, para poder ofrecer una justicia social y promocionar la salud de la persona. En este caso, refiriéndonos a una persona con Alzheimer u otra demencia, nos centramos en la adaptación y accesibilidad del entorno para la seguridad del usuario, asesoramiento de productos de apoyo para la salud, estrategias de protección articular y ergonomía postural, exploración de roles y intereses, establecimiento de rutinas y hábitos, intervención y asesoramiento con las personas cuidadoras, todo ello, para que sean participantes activos de su propia vida.

R.- Desde la Terapia Ocupacional no debemos de centrarnos en una práctica concreta. Lo interesante y diferenciador de nuestra disciplina es que observamos a la persona en su totalidad e intervenimos de forma individual y única con cada usuario y usuaria. Debemos de observar a la persona en su conjunto y con sus individualidades, a partir de ahí, conocer su historia de vida y crear un plan de intervención adaptado a sus necesidades personales y sus contextos de vida diarios, con sus intereses como punto principal de intervención.

R.- Desde el Colegio Oficial de Terapeutas Ocupacionales de Galicia, comprendemos que el paradigma en las personas mayores, sobre todo desde la incursión de la Covid-19, se está tornando hacia la práctica centrada en la persona y abandonando el edadismo y los estereotipos mecanicistas. Alcanzar en la etapa de la vejez una vida activa, autónoma y digna es el objetivo de la terapeuta ocupacional y también de la Atención Centrada en la Persona (ACP) que es el camino que debemos de seguir para preservar los derechos y dignidades de las personas mayores y mejorar su calidad de vida.

R.- Bien es cierto que la Terapia Ocupacional tiene mucho peso en el ámbito de las personas mayores, por su alto indice laboral, pero muchas veces existe una idea distorsionada de las competencias y funciones de la terapia ocupacional. Como institución representante de los terapeutas ocupacionales de Galicia, el Cotoga tiene el deber de difundir y formar en las buenas prácticas de la terapia ocupacional y continuar estableciendo las competencias no intrusivas de nuestra profesión con las personas mayores. Desde el Cotoga invitamos a cualquier persona o institución que quiera conocer la terapia ocupacional, a que se acerque a ella y comprenda de primera mano la multifaceta y la riqueza de nuestra profesión en el día a día de las personas mayores.

R.- La prevención es un pilar fundamental, y más cuando sabemos que el paso de los años, en muchos casos, provoca cambios en nuestra salud. La prevención y promoción de la salud empieza desde la accesibilidad en nuestro entorno y la adaptación del día a día hacia una vida activa y participativa, con hábitos y rutinas saludables. En la prevención secundaria, encontramos acciones directas como la prevención de caídas, la higiene postural y la adaptación con productos de apoyo, la accesibilidad cognitiva en los espacios de la comunidad… Como conclusión, la mejor prevención es el envejecimiento activo y saludable. Como terapeutas ocupacionales, debemos basarnos en la justicia ocupacional y la promoción de oportunidades para empoderar a las personas mayores y ofrecer oportunidades de participación.