La consejera de Igualdad Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, reafirmó, la semana pasada, que el departamento que lidera va a impulsar una actualización del decreto de centros residenciales para personas mayores aprobado a mediados de 2019, “cuando la actual pandemia apenas podía ser argumento de un guion de ciencia ficción”. En esa revisión, agregó, “tomaremos en consideración aprendizajes derivados de la crisis sanitaria, pero con un horizonte más amplio, orientado a la diversificación de alternativas residenciales”. Para ello, se reforzará el enfoque de atención centrada en la persona, que el decreto en vigor ya contempla.

Por otro lado, Artolazabal indicó que es necesario “repensar” las alternativas intermedias entre los centros residenciales, cada vez más diversos, y la vida en el domicilio, “que constituye la opción preferente”. El objetivo es “una transformación del modelo de cuidados”, asegura la consejera, buscando un nuevo equilibrio entre el cuidado institucional y el familiar, en favor del primero. “Queremos invertir la pirámide de atención, reforzando la atención a las personas que residen en el domicilio, desde la atención primaria y secundaria”.

No obstante, la consejera señaló que, en la actualidad, casi uno de cada tres euros del Sistema Vasco de Servicios Sociales se destina a las residencias de mayores.

Artolazabal enumeró algunas de las acciones que Políticas Sociales ha desarrollado en los últimos meses, Como la adecuación de los servicios a la situación de pandemia, “dónde destaca el reforzamiento de la teleasistencia avanzada BetiON, una eficaz herramienta que ayuda a retrasar el ingreso de personas mayores vulnerables en residencias”, explicó.

También subrayó la importancia de la puesta en marcha de programas específicos para responder al impacto social de la Covid-19, particularmente en el ámbito de la exclusión, pero también en la atención a las personas mayores y sus familias, con los programas Guztion Artean, Adi o Betirako.