Vivimos más años y con mejor salud que nunca. En Euskadi, la esperanza de vida se ha duplicado en los últimos cien años y las proyecciones que hace  Eustat a veinte años vista dibujan una sociedad envejecida donde la cuarta parte de su población superará los 60 años -actualmente, los mayores de 65 años ocupan el 19,2% de la población-. Esta tendencia, que muy probablemente no se detendrá aquí, conduce a nuevos desafíos en el estudio del fenómeno del envejecimiento demográfico, que busca fórmulas innovadoras que permitan construir una sociedad donde las personas mayores formen parte activa de su desarrollo.
El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales está desarrollando desde hace tiempo una serie de proyectos vinculados al envejecimiento activo, una nueva perspectiva en la planificación de las políticas dirigidas a las personas mayores que incorpora la promoción de la autonomía de este colectivo, el respeto a sus preferencias y el compromiso social.
El análisis de uno de esos proyectos, el relacionado con los "entornos amigables" que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha reunido hoy en Bilbao a un amplio número de especialistas del sector en una jornada de trabajo "Euskadi amigable, un territorio para todas y todos", que ha sido inaugurada por la consejera Gemma Zabaleta en el marco del "Año europeo del Envejecimiento Activo y la solidaridad intergeneracional". A lo largo de la misma, se analizará el fenómeno del envejecimiento activo y la viabilidad de trasladar al conjunto de ciudades de Euskadi el concepto que propone la OMS en su proyecto de "entornos amigables". 
"Entornos amigables" es una iniciativa internacional para ayudar a las ciudades a prepararse para el envejecimiento rápido de la población y la urbanización creciente, incorporando para ello la perspectiva de los mayores en la planificación urbanística, el entorno, la construcción de viviendas, la accesibilidad y la movilidad en los espacios urbanos, entre otras características. Algunas ciudades vascas, como San Sebastián y Vitoria-Gasteiz, se han sumado ya a esta iniciativa que tiene como objetivo adecuar las ciudades para que ofrezcan niveles de calidad de vida y seguridad a todos sus habitantes.
En su intervención, Gemma Zabaleta ha abundado en la necesidad de poner en valor la contribución de los mayores al desarrollo social de un país y de eliminar los estereotipos que vinculan a este colectivo a la dependencia y a la enfermedad. "Reconocer y valorar el protagonismo de las personas mayores en la dinámica familiar y social es la forma más lógica de preparar nuestro propio futuro", ha recalcado la consejera.
En este sentido, el envejecimiento activo sustituye una política de planificación basada exclusivamente en cubrir las necesidades, y que contempla a las personas mayores como objetos pasivos, por otra basada en los derechos y en su desarrollo personal.
Entre las iniciativas del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales que promueven la cohesión social, la corresponsabilidad y la solidaridad intergeneracional, destaca el documento "Cien propuestas para avanzar en el bienestar y el buen trato a las personas mayores", en cuya redacción han participado las administraciones públicas y representantes del mundo asociativo vasco. El documento plantea la necesidad de que, además de los servicios sociales y sanitarios, otros ámbitos de gestión (educación,  transporte, urbanismo, cultura, turismo, medio natural, turismo o comercio) orienten sus servicios hacia las necesidades de todas las personas, con independencia de su edad y su capacidad funcional.