Más de 200 profesionales asisten al XXV Congrés de la Societat Catalana de Geriatria i Gerontologia
La fragilidad, la soledad y la demencia fueron los temas clave de este encuentro, que se desarrolló en la ciudad condal
Cada vez hay más personas mayores que residen en hogares unipersonales, y en Barcelona, alcanzan a ser el 30% de las personas de más de 74 años. Si bien es cierto que vivir solo no implica necesariamente soledad o aislamiento. De hecho, es una forma de vida que muchos quieren: según el censo, es una opción deseada por el 96,4% de las personas mayores, y que aumenta en épocas de bonanza económica.
Este y otros son algunos de los datos que se expusieron durante el XXV Congrés de la Societat Catalana de Geriatria i Gerontologia (SCGiG), de la Academia de Ciències Mediques de Catalunya, que se celebró en Barcelona recientemente. Participaron un total de 250 profesionales de toda Catalunya.
Según explicó Daniel López, de la SCGiG, el problema es que ante la ausencia de hábitats y entornos urbanos accesibles y adaptados a las necesidades de una población cada vez más envejecida, y ante la precarización de las instituciones que tradicionalmente se hacen cargo del cuidado de los mayores, vivir en soledad implica, para un grueso cada vez más importante de personas mayores, un factor de vulnerabilidad. Esta vulnerabilidad se vuelve más patente ante situaciones de enfermedad, discapacidad, viudedad o pérdida de seres queridos cercanos, y ante estas situaciones, están surgiendo iniciativas autogestionadas, como el cohousing, nuevos modelos residenciales públicos y privados, y nuevas formas de convivencia y organización.
Otra mesa de debate del congreso versó sobre la fragilidad y la prevención de la discapacidad y la dependencia. El proyecto Aptitude pretende implementar una serie de medidas que permitan conseguir una mayor autonomía de las personas mayores. Este proyecto europeo, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuenta con el apoyo de los departamentos de Salut y Benestar Social de la Generalitat.
Catalunya iniciará, próximamente, un programa piloto en cinco territorios: Terres de l’Ebre, Reus, Badalona, Ripollès y Alt Urgell. De acuerdo con el doctor Jordi Amblàs, vicepresidente de la SCGiG, coordinador del proyecto en Catalunya, el objetivo es conseguir una mayor calidad de vida, reducir la dependencia incorporando el ejercicio físico, mejorar la nutrición y una mayor interpelación con la comunidad.
Según datos de la OMS, 50 millones de personas padecen demencia, y cada año se registran 10 millones de casos nuevos. La previsión es que, para el año 2030, el total de personas con demencia alcance los 82 millones. En el caso del ámbito residencial, y según un estudio reciente del Departament de Salut, casi un 50% de las personas que viven en residencias tienen demencia, pero en algunos de estos centros, el porcentaje puede superar el 65%.
Durante el congreso, Vicky Serra, de la Agencia de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS), presentó el proyecto europeo ‘Act on Dementia’, que tiene por objetivo promover y evaluar la implementación de buenas prácticas basadas en la evidencia, para mejorar la calidad de vida y la atención de personas con demencia y sus cuidadores.
Por otra parte, el doctor Marco Inzitari, presidente de la SCGiG, manifestó que, actualmente, el grupo poblacional que más crece en Catalunya es el de personas mayores de 85 años. Este hecho supone un reto para el sistema de salid, que se deberá adaptar a las necesidades de estas personas. Se hará por tanto, necesario, proporcionar a los ciudadanos que envejecen, una atención individualizada y ajustada a sus necesidades y preferencias. Por ello, se requiere un reajuste del sistema de salud, que fomente la prevención, acerque la atención en el domicilio y rediseñe los hospitales para que estén más preparados para los mayores.