Un total de 600 personas se benefician de la amplia oferta de plazas de Centro de Día que L’Onada Serveis ofrece en sus centros asistenciales. La organización dispone de doce centros de día en las provincias de Tarragona, Barcelona y Castellón y diecinueve residencias asistidas que incluyen también el servicio de centro de día dentro de su oferta y que se ubican en las provincias de Barcelona y Tarragona. 

En total, las plazas de Centro de Día que ofrece la organización superan las 800 y, de ellas, 517 son públicas y 284 privadas. “El porcentaje de ocupación de las plazas públicas es del 90%, a pesar de que hay nueve centros en los que el porcentaje de ocupación es del 100%. El porcentaje de ocupación de las plazas privadas que ofrecemos es menor, pero hay 284 usuarios que disfrutan de un servicio que, pensamos, no es suficientemente conocido por las familias”, señala Núria Roselló, coordinadora de centros de la Zona Norte a L’Onada Serveis.

El servicio de centro de día, explica Núria Roselló, se destina a personas que “a pesar de tener un determinado grado de dependencia reconocido, disfrutan todavía de cierta autonomía y no precisan de un servicio sustitutorio del propio hogar”. Se trata, señala, “de un recurso con el cual se potencia esta autonomía que todavía existe con trabajo físico, cognitivo y rehabilitador” y que, en consecuencia, es idóneo por personas “con dependencia moderada” pero “con dificultades para estarse solo a casa”. 

El servicio se ofrece según las necesidades de la persona usuaria y su familia y, así, hay plazas de jornada cumplida, de media jornada o de horas determinadas y la persona usuaria puede disfrutar en el centro de las diferentes comidas diarias y de actividades físicas y estimulativas además de todo tipo de atenciones asistenciales entre las cuales destacan las que se vinculan con la higiene personal o la cura de la imagen personal. “Se trata de un recurso muy interesante de la existencia del cual el público no es consciente. Se mantiene la persona en casa y este recurso puede alargar esta etapa e, incluso, evitar el ingreso a una residencia.