¿Es posible encajar la Atención Centrada en la Persona (ACP) en una situación de pandemia? ¿Pueden los profesionales asumir una atención personalizada en el actual contexto? Estas fueron dos de las cuestiones planteadas en una sexta jornada de Atención Centrada en la Persona (ACP) de ACRA que ha servido para demostrar que el sector no sólo resiste sino que innova y las difíciles circunstancias actuales. Un acto que se ha celebrado conjuntamente con los Premios ACRA , por primera vez en la misma fecha.

En un escenario diferente, a distancia y con un notable seguimiento por parte de los asociados, el debate abierto entre profesionales, familias y administración ha servido para clarificar que la ACP es necesaria, y más ante un futuro a corto y medio plazo que nunca había sido tan incierto como ahora. Con matices, pero coincidiendo en la necesidad del método, Aina Plaza (Directora General de la Autonomía Personal y la Discapacidad), Carles Escudero (Director Regional de Sanitas Mayores), Lídia Alé (familiar de una persona usuaria de una residencia) y Carol Mitjana (Directora del Centro Geriátrico Lleida) han explicado su experiencia durante este periodo en un debate que ha moderado el doctor Toni Andreu, director de estrategia de ACRA.

La parte propositiva y que demuestra la voluntad del sector para seguir trabajando ha corrido a cargo de cinco servicios que han presentado sus buenas prácticas relacionadas con la ACP y realizadas durante la primera ola de la Covid-19. 

La residencia Las Violetas ha presentado una buena práctica basada en la relajación y la estimulación sensorial a partir de un espacio especialmente acondicionado durante la pandemia. Los usuarios han podido reconectar con la naturaleza durante unas semanas en las que no se podía salir de los centros.

Por su parte, la residencia L'Ametlla del Vallès se preguntó quién cuida a los cuidadores, y para dar respuesta a esa pregunta, utilizaron la psicología positiva para el autocuidado y para combatir los efectos negativos del confinamiento y la Covid-19 en los profesionales de la atención a las personas mayores.

Por su parte, la residencia José Brugarolas expuso una buena práctica basada en la aplicación de las nuevas tecnologías de la información surgidas a raíz del confinamiento. Vídeos, videollamadas y otros canales que los profesionales utilizaron para conectar usuarios y familias con un objetivo muy claro, que no sufrieran, que estaban bien.

El Hogar Fundación propuso un centro de día virtual y a domicilio, volcado a preservar al máximo las capacidades psicológicas y sociales de sus usuarios, cuando su actividad presencial no era posible.

Por último, la residencia Tursi presentó un proyecto musical que es una historia de amistad, la de Edu y los residentes de este centro, que durante unos meses compartieron música y construir un vínculo que les durará para toda la vida.

En un ámbito más institucional e igualmente necesario, tanto la presidenta de ACRA, Cinta Pascual, como la directora general, Montse Llopis, han destacado la profesionalidad de las trabajadoras y los trabajadores, las entidades y las empresas en los meses más difíciles que recuerdan en el sector.