La Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA) celebró su 17ª edición de los Premis ACRA para la mejora del bienestar y la calidad de vida, que tuvo lugar en el auditorio CosmoCaixa de Barcelona. Para la entidad, esta fue una “edición especial, marcada por el 30 aniversario de la asociación”, y que dio cabida a 300 asistentes, encabezados por el conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir el Homrani, y la presidenta de ACRA, Cinta Pascual.

La entrega de premios presidió una gala conducida con humor y mucha magia a cargo del Mag Lari, que intercaló varios números para entusiasmar a los asistentes. El momento más emotivo se produjo con la entrega del Premi ACRA a la mejor trayectoria y aportación profesional al Colectivo de Enfermería: once profesionales que recogieron el galardón de manos del consejero y la presidenta de ACRA.

En el discurso inaugural, Pascual destacó el recorrido realizado por ACRA durante los últimos 30 años y su compromiso con las personas mayores, los retos de futuro con la necesidad de más recursos y coordinación sociosanitaria, la falta de profesionales y la necesidad de seguir trabajando de forma conjunta con la Generalitat de Catalunya. Por su parte, el conseller pidió hacer compatible el envejecimiento en el entorno próximo con una respuesta institucionalizada cuando sea preciso, y más en una sociedad que está sobreenvejeciendo.

Tal y como se había anunciado previamente, el ‘Proyecto Inmersión - Avance en el modelo de atención centrada en la persona’ se alzó con el premio en la categoría de Mejora de la calidad. Este proyecto, del centro Masies del Mollet (Grupo Fiatc Residencias) simula la experiencia de vivir durante un día como un usuario con dependencia por parte de los trabajadores del centro, una inmersión que ha tenido como objetivo desarrollar la empatía y la sensibilización de las profesionales. La experiencia, realizada a 32 auxiliares de Geriatría y al equipo técnico, se ha traducido en una mejora de aquellos aspectos en que las profesionales detectaron que tenían que reforzar la atención, y también de la percepción de los usuarios hacia las cuidadores.

En la categoría de Innovación, el proyecto ganador fue a parar a la empresa Serunion por ‘Better taste in older age’, un proyecto desarrollado en un centro residencial y que como gran novedad incorpora un aroma alimentario inocuo en la comida, por una parte, y el efecto de un aroma en el ambiente. La incorporación de este marketing olfativo en un centro residencial para personas mayores, tan presente en otros sectores de ocio, ha servido para paliar los efectos negativos del poco sabor de las comidas, así como la frustración, desgana e inapetencia que pueden tener los residentes, con la consecuente mejora gustativa y también cualitativa entre el cuidador, el usuario y los familiares.

El jurado también concedió un accésit en la categoría de Mejora de la calidad, concretamente al centro Mas d’Anglí (Aditnalta Promociones - Grupo Atlantida), por el ‘Proyecto intercultural para personas mayores y menores migrados no acompañados’.