Fomentar la autonomía personal es una de las prioridades de muchas de las terapias llevadas a cabo en residencias de mayores, que ofrecen además la posibilidad, en determinados casos, de que estas terapias sean realizadas por usuarios externos. 

 

Residencias como CleceVitam Patio de los Palacios o el centro municipal Villa de La Seca, gestionado por Clece –ambas ubicadas en Valladolid– ofrecen este tipo de servicios: desde recuperación de convalecencias, pasando por cuidados a residentes temporales para conceder un descanso a su cuidador habitual hasta tratamientos de determinadas dolencias.  “Muchas veces las personas no saben que tienen esta opción de ingreso temporal”, asegura Ana Rueda, directora de la Residencia Villa de La Seca, y “es importante que los familiares y las propias personas mayores sepan que ofrecemos servicios como, por ejemplo, el llamado ‘respiro familiar’, para etapas en las que el cuidador no puede atender a un familiar con algún tipo de dependencia. Estas breves estancias sirven para que los cuidadores familiares puedan oxigenarse de vez en cuando y cuidarse realmente”. 

Es importante incidir en este punto. El servicio de respiro no es solo para la persona que ingresa en los centros residenciales, es principalmente para los cuidadores informales que desempeñan esa tarea, 24 horas al día, los 365 días al año. Parar temporalmente esa labor, “coger vacaciones” durante un tiempo, hace que se descanse del arduo trabajo y, con un estado físico y emocional renovado, el desempeño será siempre mejor. Porque todos necesitamos descansar y este servicio sirve para eso, para estar bien y cuidar de forma óptima al familiar o ser querido, cuando regresa del centro.

En muchas ocasiones, los cuidadores familiares no tienen tampoco los medios que hacen falta para atender a una persona dependiente. “Las casas no están adaptadas para una silla de ruedas, con unas medidas que, por ejemplo, no les permiten ingresar por las puertas o moverse con facilidad”, argumenta Ayda Quitero, médica de la Residencia de Mayores CleceVitam Patio de los Palacios. Además, muchas veces los cuidadores familiares, señala Quitero, “tienen la misma edad de las personas dependientes que acaban ingresando en una residencia, y se dan cuenta de que nosotros podemos ofrecerles un mejor servicio del que pueden darles desde casa”. 

Pese a los beneficios demostrados de este tipo de programas, todavía algunas familias tienen reticencias. A veces, aflora incluso un sentimiento de culpa por dejar a sus seres queridos en un centro residencial. Hasta cierto punto, explica Quitero, este temor es normal, “pero desaparece al ver la seguridad de nuestro centro y al observar también el tipo de trato y de contacto que tenemos con las personas que ingresan”. La doctora de CleceVitam Patio de los Palacios incide en que las familias van aumentando su confianza “a medida que observan los progresos de su familiar” y al comprobar la fluidez comunicativa del centro: “Muchos no saben que realizamos un seguimiento personalizado y que estamos en contacto permanente con las familias. Los primeros días realizamos una valoración individual y les avisamos de cómo han dormido ese día o de si están comiendo bien”.

En CleceVitam cuentan con el equipo multidisciplinar necesario para la atención y el tratamiento de convalecencias por ictus, fractura de fémur, cadera, etcétera. “Apenas nos remiten del centro hospitalario un ictus en el que vemos que esa persona se puede recuperar y comenzamos a trabajar”, apunta la doctora Quitero. Este tipo de estancias pueden ser de un mes o mes y medio, dependiendo de cada caso.  

De la misma manera que cuando un mayor ingresa de forma permanente, en estos casos, explica Rueda, “hacemos una valoración integral para saber qué necesidades tiene esa persona y de qué forma podemos potenciar aquellas capacidades que todavía conserva”. En el caso de un ictus, indica la directora de Villa de La Seca, “a través de reuniones interdisciplinares con el equipo médico sanitario, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, se establece un plan de intervención según las necesidades y se evalúa qué capacidades se pueden potenciar para trabajar con ellos”. 

Así, tras esa valoración inicial, remarca la doctora Quitero, “se examinan los niveles de conciencia, los estados cognitivos, las capacidades motrices o el riesgo que tiene de tener úlceras”, entre otras cuestiones. La meta es mejorar el tono muscular y la movilidad articular del paciente, corregir las malas posturas, reeducar el habla y recuperarlos con ayudas técnicas y ortopédicas para acciones como la deambulación. “Es decir, conseguir que la persona conserve la autonomía que tenía antes del ictus”, subraya Quitero. 

Una cuestión fundamental en este tipo de tratamientos, destaca la doctora Quitero, es conseguir la implicación de los familiares: “Hay que comprometer a sus familiares. No solo nuestro equipo trabaja con la persona, sino también sus seres queridos. El objetivo es ralentizar la pérdida de memoria y, por ejemplo, a nivel cognitivo, el uso de fotografías de los familiares puede servirnos para que los reconozcan”.  

También es necesario contar con la opinión de nutricionistas, sobre todo para pacientes que, tras el ictus, han sufrido de disfagia, “para que puedan tener una alimentación más adecuada y evitando además el ‘encamamiento’ prolongado”, señala Quitero.

Los centros CleceVitam siguen manteniendo las mismas medidas anticovid que se aplicaron durante la pandemia (gel hidroalcohólico, uso de mascarillas, guantes…). Sin embargo, sus residencias llevan un control más exhaustivo de sus usuarios. “A los mínimos síntomas que aparezcan, enseguida lo notificamos al encargado de residencias del servicio de salud”, asegura Quitero.

CleceVitam Patio de los Palacios, explica su doctora, trabaja por burbujas (por plantas), y cada planta trabaja con las personas mayores solo a determinadas horas del día, con la intención de que los grupos nunca se mezclen. Así, subraya la doctora, “en caso de que surja un positivo, podemos aislar solo a la burbuja afectada y evitamos el aislamiento de toda la residencia”.