Pregunta.- Los días 29 y 30 de este mes se celebra, en Barcelona, el VII Congreso Internacional de Dependencia y Calidad de Vida. ¿Con qué novedades contaremos?

Respuesta.- En este congreso, a diferencia de los anteriores, hemos querido poner el foco en los resultados que ya se están empezando a obtener en la integración de servicios sociosanitarios y la dependencia. En ediciones pasadas, explicábamos los modelos que se iban trabajando en los distintos territorios y, este año, creemos que ha llegado el momento de poner encima de la mesa los resultados, por lo que hemos descartado todos aquellos modelos que no se puedan cuantificar y valorar. Ha llegado el momento de la verdad y el cóctel longevidad, cronicidad pluripatológica y recursos limitados hace que no podamos invertir más tiempo en definir modelos y nos veamos en la obligación de evaluar las experiencias existentes. Hemos reunido las mejores experiencias de integración sociosanitarias nacionales e internacionales, y nuevas fórmulas de atención domiciliaria y de cuidados en el entorno comunitario que den respuesta a los retos que se nos plantean. Además, en las sesiones paralelas profundizaremos en temas de acreditación, farmacéuticos y nutricionales.

P.- ¿Debemos redefinir los servicios sociosanitarios?

R.- No debemos redefinir los modelos, debemos apostar decididamente por la integración de los servicios ya existentes. La sanidad y los cuidados que necesitaremos en los próximos años no tienen nada que ver con la que estamos prestando en la actualidad. El sistema está pensado para un paciente que, si se me permite el símil, entra en una línea de montaje y le van solucionando problemas. Hoy la situación no es así. Cada uno de nosotros tenemos varios problemas y no todos de salud. Cada vez que entramos en el sistema no podemos empezar de cero. Necesitamos, de una vez por todas, poner el foco en las personas e integrar los sistemas sanitario y social. Solo tratando a personas, y no a enfermedades, podremos hacer sostenible el sistema.

P.- Una palabra clave del congreso es la integración y se refiere a las nuevas experiencias de atención integrada e integral. ¿En qué punto se encuentra España en comparación otros países como Reino Unido?

R.- En todos los países tenemos los mismos problemas y todos trabajamos en buscar fórmulas que nos permitan integrar la atención sanitaria y la social. En este congreso hemos puesto mucho énfasis en presentar las mejores experiencias internacionales de integración. Rhona Radley explicará la situación concreta de la atención integral e integrada en Calderdale, Inglaterra, y Robin Miller hablará de los cuatro sistemas de salud y sociales en el Reino Unido, cuatro modos diferentes de avanzar hacia el camino de la integración. Al mismo tiempo, Ana Miquel contará los resultados obtenidos al exportar nuestras experiencias nacionales a regiones de EE UU.

P.- Uno de los bloques temáticos será la atención domiciliaria, en la que participan ponentes internacionales como Astrid Lindström, de la Universidad de Estocolmo. ¿Debemos fijarnos en el trabajo de los países nórdicos?

R.- La atención domiciliaria es uno de los sectores que más va a crecer en el futuro. Las personas queremos permanecer el mayor tiempo posible en el domicilio y para ello deberemos proveernos de unos recursos de calidad. El modelo nórdico de bienestar y de atención a las personas se caracteriza por su orientación universal, responsabilidad pública, atención en la comunidad, su alto grado de descentralización y alto grado de autonomía financiera de los condados/regiones y los municipios que gestionan dichos servicios. Otra característica fundamental es la conversión del servicio analógico de la tele-asistencia a digital en el 90% de los municipios y que permite añadir funcionalidades para videoconferencias con el usuario, registro de sus constantes vitales (mediante wearables) y su abordaje en casa. De este modo, los profesionales que prestan atención domiciliaria tienen información en tiempo real en sus móviles sobre los usuarios, los servicios a prestar en cada caso y las rutas para llegar; además de poder documentar in situ e incluso, en caso de necesidad, abrir las puertas de sus usuarios con el móvil.Astrid Lindström explicará los condicionantes, el nivel y las modalidades de integración, coordinación y conectividad de los servicios a domicilio. Por lo tanto, es un modelo a estudiar y valorar para poderlo implementarlo en España.

P.- Una de las sesiones paralelas del evento tratará los nuevos cuidados a la medida de los usuarios, pero también de los familiares cuidadores. ¿Estamos dejando de lado a los cuidadores no profesionales?

R.- Estamos descuidando a los cuidadores familiares que necesitan más soporte y unos servicios a medida. La oferta se ha configurado en función de lo que las Administraciones y proveedores hemos pensado interesante ofrecer. A la vez, no deberíamos aceptar que cuidadores no profesionales asuman funciones para las que carecen de formación y acreditación profesional. No podemos esperar que una persona sin formación técnica pueda hacer algo más que funciones de acompañamiento. Esta sesión irá dirigida a los primeros, a los cuidadores familiares y a las nuevas necesidades que se plantean las familias españolas. Con motivo del Día Internacional del Alzheimer, acabamos de difundir las principales conclusiones del estudio ‘Retos y preocupaciones de los cuidadores de personas que viven con Alzheimer’, realizado por Sanitas Mayores. Creo que es un buen resumen de las necesidades que tienen los cuidadores. Destacan la falta de la formación necesaria para cuidar a su familiar, la sobrecarga mental o física que supone el cuidado, el coste económico del mismo y la falta de adaptación del hogar a las nuevas necesidades del cuidado. De hecho, cuatro de cada diez cuidadores declaran que necesitarían ayuda externa para poder cuidar adecuadamente a la persona que vive con Alzheimer y, en el 32,6% de los casos, no lo hacen por falta de presupuesto. Con respecto a los retos a los que se enfrentan los cuidadores, destacan la falta de tiempo para el autocuidado, la conciliación laboral y la conciliación con la familia. Esta constante falta de tiempo puede derivar en sobrecarga mental o fiscal; de hecho, esta es la principal preocupación de los cuidadores. En esta sesión, hablaremos de nuevas posibilidades de cuidados y de soporte a las familias desde cuatro perspectivas: asistencial, diseño, urbanística y tecnológica. María Rosa Valls, directora del Campus Sanitas Mayores Mirasierra, hablará de nuestra oferta de servicios dentro del formato campus desde la residencia hasta servicios profesionales de cuidados en el hogar, como ‘En Casa Contigo’. La profesora Ester Higueras de la Universidad Politécnica de Madrid hablará de un proyecto que están desarrollando sobre urbanismo y ciudad saludable en el distrito de Usera. Lekshmy Parameswaran, cofundadora de The Care Lab y experta en diseño centrado en la persona, dará una visión diferente acerca de cómo ofrecer mejores servicios. Y José Murillo, cofundador de Smart IoT Labs, aportará su conocimiento sobre el ‘Internet de las cosas’ (IoT) y su aplicación a los cuidados con sus aplicaciones en el ámbito del hogar, basadas en Inteligencia Artificial (IA) y domótica.

P.- El doctor Julio Gómez llevará a cabo un taller sobre el diseño de programas de ciudades cuidadoras. ¿En qué consisten las ciudades cuidadoras?

R.- Estos proyectos se basan en la reflexión sobre el final de vida y promueven el cumplimiento de un itinerario vital completo, personalizado y respetuoso con la persona, fomentando la participación y su capacidad de decisión. Se trata de conseguir unas ciudades más sensibilizadas y preparadas para cuidar a las personas que afrontan una enfermedad avanzada o el final de su vida en soledad. Abordarán temas prácticos: cómo crear redes o cómo coordinar a las distintas entidades e instituciones que asiste a las personas enfermas, en situación de vulnerabilidad, soledad o duelo. Julio Gómez reflexionará sobre la importancia de sistematizar el proceso de construcción de una comunidad compasiva, como definir los aspectos que lo facilitan y conceptualizar los elementos clave que definen esta comunidad. El objetivo es conseguir que la comunidad encuentre en el cuidado de sus miembros un bien común desde una lógica de reciprocidad. Volver a la cultura comunitaria y establecer un concepto diferente: la salud como bien relacional.

P.- La atención a los mayores es otra de las temáticas centrales del encuentro. ¿Cuáles son los retos actuales que plantean sus cuidados?

R.- Hemos invitado a la conferencia inaugural al doctor Rafa Bengoa, con un amplio curriculum en temas de economía de la salud y que no necesita presentación. En su ponencia, titulada ‘Fundación Edad&Vida: Alineando el reto, la respuesta y la política’, partirá del dato que dice que, en 2050, por primera vez en la historia universal va a haber más personas de 65 años que menores de 25. Esto quiere decir que tendremos una sociedad envejecida con elevada prevalencia de cronicidad y muchas personas vulnerables viviendo solas en sus casas. En esta conferencia, se reflexionará sobre el tipo de servicios que es necesario desarrollar para adaptar los sistemas de salud y sociales a esta nueva realidad. A nivel político, se insistirá en la necesidad de que todos los implicados se comprometan a realizar un diagnóstico real y compartido de la situación y establecer el plan de acción, teniendo en cuenta que, sin este compromiso político, la integración sociosanitaria no es viable.

P.- En junio, la Generalitat presentó el proyecto de ley de contratos de servicios a las personas (Ley Aragonès), que ha levantado mucha polémica porque sus detractores entienden que impulsaría la privatización y la precarización. ¿Qué opina al respecto?

R.- Desde hace años, defendemos la colaboración público-privada porque estamos convencidos de que hoy nadie se atrevería a dudar de la necesidad de que ambos sectores tienen que interaccionar y desarrollar soluciones colaborativas para satisfacer de forma eficaz y eficiente las necesidades de una sociedad cada vez más heterogénea, compleja, con diferentes necesidades y más demandante. En los últimos meses, esta ley ha centrado el debate en quién debe prestar estos servicios (empresas especializadas, entidades del tercer sector o Administración) dejando de lado el elemento más importante: el bienestar de las personas. Creemos buenas estructuras para controlar la calidad de los servicios, evitemos la precarización de los trabajadores y dejémonos de debates estériles sobre quién debe prestar el servicio.