Prevenir antes que curar. Podría ser el lema que nos orientase para encarar la próxima declaración de la Renta si no fuera porque, en general, cuando culminamos la presente se nos quedan pocos ánimos para hacer números. Sin embargo, los expertos aseguran que con la reforma fiscal aprobada este año, tomar medidas –durante el ejercicio– puede ayudar a que la próxima campaña resulte más ventajosa y por eso recomiendan informarse para sacar el máximo partido. Si bien, la reforma traerá aumentos impositivos, se ha dulcificado el llamado “hachazo” fiscal inmobiliario, provocado por la limitación de los coeficientes de abatimiento o la desaparición de los coeficientes de actualización. El experto en Renta de la Gestha, Antonio Paredes, recuerda que “se han mantenido los coeficientes de abatimiento hasta un límite de 400.000 euros de importe de venta, un tope establecido por recomendación parlamentaria, ya que inicialmente se iban a suprimir totalmente”. Si el cómputo total de bienes vendidos supera esta cantidad, ya no se aplicarían los coeficientes de reducción. En líneas generales, los coeficientes de abatimiento permiten aplicar una reducción a las ganancias obtenidas de la venta de elementos patrimoniales adquiridos antes del 31 de diciembre de 1994. Estos coeficientes se aplican desde este año solo hasta un importe global de transmisiones de 400.000 euros y a la parte proporcional de la ganancia obtenida hasta el 20 de enero de 2006, pudiendo quedar esta parte libre de tributación. Si bien, conviene analizar el efecto fiscal con las fechas e importes exactos para decidir cuándo formalizar la venta, ya que las diferencias de tributación son sustanciales. En cuanto a los coeficientes de actualización, sí se han suprimido. Estos coeficientes corrigen la depreciación monetaria actualizando el valor de adquisición. Esto supone, según Paredes, que “la tributación del bien adquirido, al no existir este coeficiente, va a aumentar”. Es por este motivo, que el experto de la Gestha recomienda, en el caso de las personas mayores de 65 años, que transmitan el importe obtenido por la venta de cualquier bien durante este año a crear una renta vitalicia asegurada, con un límite de 240.000 euros y en un plazo de seis meses después de la venta, ya que la reforma fiscal aprobada excluye de ganancias patrimoniales este producto y por tanto, les exime de tributar por ello. Como destaca el experto de la Gestha, “se suaviza el problema de la pérdida de los coeficientes de actualización”.
Además, los técnicos señalan que, a la hora de decidir sobre los consejos fiscales, hay que tener en cuenta algunos novedades más de la reforma fiscal como es el caso de los “Planes de ahorro a largo plazo”. Se declaran exentos sus rendimientos positivos, siempre que el contribuyente no efectúe disposición alguna del capital resultante antes de finalizar el plazo de cinco años desde su apertura. Se puede invertir un máximo de 5.000 euros al año. Para Antonio Paredes, la decisión debe venir dada por la rentabilidad que ofrezca la  entidad bancaria.
Antonio Paredes también recuerda informarse sobre el Mínimo del contribuyente, el Mínimo por ascendientes y el Mínimo por discapacidad de ascendientes. En todos los casos se incrementa la cuantía a deducir. Asimismo, surge un Nuevo supuesto de disposición anticipada de derechos consolidados. Se amplía con la reforma, para los planes de previsión asegurados, el derecho a la prestación anticipada de los derechos consolidados.