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Los expertos debaten sobre cómo garantizar una mejora en los cuidados de los mayores

El VI Congreso de la Fundación Edad&Vida reunió a destacados profesionales del sector, que apostaron por la necesidad de implantar una atención integrada centrada en la persona

Redacción EM 06-06-2017

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“La atención integrada y centrada en la persona” fue el lema escogido este año por la Fundación Edad&Vida para celebrar su VI Congreso Internacional Dependencia y Calidad de Vida, encuentro que tuvo lugar en el Palacete de los Duques de Pastrana de Madrid.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, aseguró, en la inauguración del congreso, que es necesario “redefinir el concepto de tercera edad, hablar siempre de personas y empezar a pensar que la edad no constituye un elemento de diferencia o discriminación”. Daba, con estas palabras, el pistoletazo de salida a dos días de foro de diálogo que ya se ha consolidado como un referente dentro de los sectores social y sanitario para la mejora de la calidad de vida de las personas mayores y de aquellas que lo serán en el futuro.
La regidora madrileña insistió en que, a lo largo de la vida, hay momentos en los que todas las personas pueden necesitar los cuidados de otros, por lo que “las sociedades modernas deben pasar de ser sociedades de derechos a sociedades de cuidados”, englobando a todas las personas, sea cual sea su edad. En este sentido, aseguró que “hay que procurar tener una visión muy clara de los mayores como adultos”, puesto que existe cierta tendencia a “infantilizarlos”.
Por su parte, el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés, hizo referencia a los cambios que la sociedad española ha sufrido en los últimos 40 años, convirtiéndose en una sociedad que ha envejecido progresivamente y que “necesita que sus poderes públicos estén a la altura”. En este contexto, indicó que el cambio demográfico y el envejecimiento de la población requieren de un “un Pacto de Estado en el que se involucren todas las administraciones públicas”. “Tenemos una esperanza de vida envidiable, nuestra sociedad ha mejorado en salud. Es por esto que no podemos permanecer indiferentes e impasibles y nos vemos en la obligación de actuar sin perder un solo minuto”, señaló el secretario de Estado.
También intervino, en la inauguración, la viceconsejera de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, Belén Prado, quien destacó que el aumento de la esperanza de vida es uno de los retos mas importantes de la sociedad del siglo XXI a nivel europeo y mundial. Prado hizo hincapié en la importancia de prevenir las enfermedades a través de la promoción del envejecimiento activo y la mejor atención a las personas por vía de una ruta sociosanitaria conjunta que permita el desarrollo de políticas que den una respuesta integral a la necesidades de los pacientes. “La coordinación de los servicios sociosanitarios implica la movilización y la optimización de recursos para mejorar la eficacia de la atención. Para ello es necesario fomentar el trabajo multidisciplinar para garantizar la continuidad y el seguimiento del paciente”, concluyó.
El presidente de la Fundación Edad&Vida, Eduardo R. Rovira, señaló que en 50 años la esperanza de vida se situará en los 90 años y el número de personas centenarias se multiplicará por 13, alcanzando las 220.000 personas. Ante esta situación, recordó que la Fundación Edad&Vida se centra en la atención aplicada e integrada en la persona “para conocer las necesidades futuras de la población mayor para afrontar las últimas etapas de la vida en las mejores condiciones de salud y económicas”.

Por una atención integrada
El presidente del comité de programa del congreso, Josep Maria Via, fue el encargado de presentar el congreso y dar paso a la conferencia inaugural.
Fernando Pascual, director general de España y Portugal de Compass Group, afirmó que “ser mayor no es problema y que cumplir años es una tendencia imparable y muy deseable, pero que será buena siempre que se haga con una calidad de vida y un estado de salud adecuados”.
En este sentido, indicó que la alimentación juega un papel decisivo en la calidad de vida y que el cuidado de los mayores es una prioridad de Eurest.
Por su parte, el coordinador de organización de Servicios e Intervenciones Clínicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hernán Montenegro, ofreció una ponencia sobre la estrategia global de la OMS en servicios de salud integrados y centrados en las personas. En su alocución expuso los grandes desafíos a nivel global de los servicios de salud, donde el principal problema es que millones de personas en el mundo todavía no cuentan con acceso a servicios básicos, además de los desafíos financieros y la baja medida de calidad de los centros sanitarios.
Desde la OMS, Montenegro abogó por apoyar a los países en su avance en el cuidado integrado y centrado en las personas, humanizando los sistemas de salud, con un trato más comprensivo. “Para que se produzca un cambio y se cree una atención integrada y centrada en la persona hay que renovar los sistemas de salud desde todos los puntos de vista”, dijo.

Una aproximación a la cronicidad
La atención a la cronicidad fue uno de los grandes temas abordados en el congreso. Los expertos que participaron en este debate coincidieron en que los profesionales sociosanitarios deben tener formación en cronicidad y en habilidades para poder ejercer un enfoque centrado en la persona.
El presidente de ISS y vicepresidente del Área de Productos y Servicios de la Fundación Edad&Vida, Joaquín Borrás, fue el encargado de moderar la sesión que trató la atención de la cronicidad en los hospitales de agudos.
A su vez, el presidente de la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Adolfo Fernández-Valmayor, indicó que España presenta actualmente una situación complicada en la búsqueda de un nuevo modelo reformista global que dé respuesta a las necesidades de la sociedad en temas de salud y bienestar. Según dijo, “para situarse a la altura de los países de nuestro entorno, debería duplicar el gasto sanitario, generar nuevas estructuras y reconvertir los servicios existentes”.
Respecto al gasto sanitario, Joaquim Oliveira Martins –jefe de la División de Políticas de Desarrollo Regional de la OCDE y profesor asociado de la Universidad de París-Dauphine– señaló que la relación entre el PIB y el gasto económico en España se encuentra en la actualidad estabilizado, pero alertó de que los gastos de salud van a seguir aumentando en los próximos años. “A pesar del envejecimiento de la población, la edad no va a cambiar el gasto público, solo cambiará la estructura”, dijo. Actualmente, un 65% del gasto público se destina a los menores de 65 años y un 40%, a los mayores de esa edad; en cambio, en 2050, con el envejecimiento de la población, ese 40% será lo que se destine a los menores de 65 años.
En un contexto así, los hospitales van a cambiar hacia estructuras más pequeñas y conectadas entre sí. Así lo indicó Jaume Ribera, profesor del Iese Business School y director del CRHIM for Reserarch in Healthcare Innovation Management, quien señaló que el futuro pasa por hospitales pequeños, completos y con nuevos servicios, como los extendidos para la atención crónica.
Otra de las novedades de los hospitales del futuro es el intercambio de conocimiento. Y es que, según Ribera, los hospitales se comunicarán más entre sí, estarán más conectados e involucrarán más al paciente. Asimismo, indicó que los cambios en los hospitales “generarán unas necesidades que se tendrán que cubrir con nuevas profesiones, como ingenieros de salud o el ‘coach’ de casos o profesionales para que aconsejen a sanitarios y pacientes”.
En este sentido, Eric A. Coleman, director de la División de Políticas de Atención a la Salud e Investigación de la Universidad de Colorado, habló también de la figura del ‘coach’ pero, en este caso, orientada al autocuidado. Coleman apuntó que se está produciendo una transición de la atención de los hospitales a otros entornos para que los pacientes crónicos y sus familias puedan cubrir sus necesidades cuando no cuentan con el apoyo de un sanitario. “Si estos pacientes no conocen el autocuidado corren el riesgo de que se cree una relación de dependencia con los profesionales. Para ello nace la figura de un ‘coach’ capaz de transferir destrezas y competencias tanto a profesionales como a pacientes que les preparará para hoy y también para el futuro”, agregó.
En otra de las mesas redondas, el exsubsecretario de Salud del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos, Robert A. Petzel, indicó que la atención geriátrica de larga duración tiene que estar centrada en el paciente, ya que “este es el que controla su atención y toma la decisión sobre lo que le va a ocurrir”. Con este tipo de atención, los pacientes tienen acceso a su registro médico, puesto que todo el sistema se centra en las necesidades del veterano y no en lo que quiere proporcionar el proveedor de servicios.
Por su parte, Erica Amon -–Comunnity Health de Healthcare en Nueva Zelanda– señaló la importancia de tejer una red de servicios sanitarios centrados en el paciente para hacer un mejor uso de todo el personal y herramientas disponibles. “Se debe diseñar este modelo con los recursos de los que disponemos, intentando utilizar al máximo la experiencia de los expertos con los que contamos”, añadió. Amon también defendió la mejora de los autocuidados para que los pacientes pudieran cuidarse a sí mismos. Además, señaló que las interacciones en el domicilio del paciente optimizan el sistema de salud, mejorando la experiencia del paciente con respecto a los cuidados y reduce el coste per capita de los servicios sanitarios, mejorando la salud de las poblaciones.
Por su parte, Sebastià Santaeugènia, director del programa de Prevención y Atención a la cronicidad, aseguró que es fundamental contar con una historia clínica compartida y accesible para el paciente, en línea con un modelo de atención integrada y centrada en la persona, siendo esta protagonista esencial del autocuidado y de la propia gestión de su enfermedad.

Temas de interés
También hubo tiempo para abordar la Planificación de Decisiones Anticipadas (PDA), esencial para poder ofrecer mejores cuidados a los pacientes crónicos teniendo en cuenta sus preferencias con respecto a los futuros tratamientos.
Además destacaron que lo ideal es llevar a cabo esta planificación cuanto antes, incluso cuando la persona goza de una buena salud, para diseñar un plan que permita dar los pasos adecuados ante situaciones de crisis. A pesar de esto, la realidad es que actualmente la PDA es todavía un reto y requiere de una intervención multidisciplinar, así como de una buena comunicación entre profesionales y pacientes. Además, necesita de la implicación de la ciudadanía.
El principal objetivo del debate fue abordar la planificación de decisiones anticipadas que se debe seguir desde el ámbito sanitario cuando las personas se acercan al final de su existencia. Los expertos coincidieron en que es necesario tener esto en cuenta para llevar a cabo los cuidados paliativos pertinentes que preserven la dignidad de las personas porque, al igual que los individuos se merecen tener una vida digna, también se merecen tener un final de vida digno. En este sentido, destacaron que hay que tener en cuenta la preferencia y voluntad de los propios pacientes, así como de sus familias para ofrecerles un mayor cuidado y garantizar la máxima calidad asistencial.
En este punto, uno de los intervinientes en el debate, Bernard ‘Bud’ Hammes, director del programa ‘Respecting Choices’, manifestó que “la planificación de decisiones anticipadas tiene como objetivo crear una cultura de atención centrada en el paciente para que sean autónomos. Es una herramienta para desarrollar un sistema sanitario en el que el paciente se tiene en cuenta, al igual que sus opiniones”. Con respecto a los profesionales sanitarios destacó la figura de los ‘facilitadores’ para llevar a cabo este proceso. Para él, estos serían los trabajadores sociales y enfermeras, que conocen más al paciente.

Acto de clausura
En la clausura de estos dos días de congreso, el consejero de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, Carlos Izquierdo, aseguró que “hay que trabajar conjuntamente para el desarrollo de un modelo integrado de atención sociosanitaria que abarque desde la prevención hasta la intervención individualizada y específica durante toda la trayectoria vital de una persona”.
Izquierdo destacó la necesidad de seguir llevando a cabo políticas sociales comprometidas con la dependencia, el envejecimiento activo y la atención centrada en la persona.
Eduardo R. Rovira hizo hincapié en que el modelo de atención, con un enfoque centrado en la persona, “conlleva tener en cuenta las necesidades y preferencias de las personas en su atención, dotándolas de los conocimientos y la formación necesarias para que participen activamente en el cuidado de su salud y puedan tomar decisiones sobre la atención y el tipo de cuidados que desean recibir”.
Para la consecución de este objetivo, el presidente de la Fundación Edad&Vida recordó que es esencial la colaboración entre administraciones, “que deberían ir a la una en el desarrollo de un sistema de atención integrada sociosanitaria y en función de sus disponibilidades, aportar los recursos necesarios para hacerlo posible”.
“La colaboración entre Administración Pública e iniciativa privada también es un elemento fundamental. Ofrecer unos servicios de garantía pública de máxima calidad significa contar con todos los recursos disponibles: públicos y privados. Para ello son necesarios marcos claros y estables de actuación”, concluyó.
En definitiva, y como sucede en cada edición, el Congreso de Edad&Vida se volvió a convertir en un punto de intenso debate en el que los profesionales implicados en la atención de los mayores pusieron sobre la mesa estos y otros retos a los que se enfrenta actualmente el sector, desde un abordaje multidisciplinar.


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