El Instituto de Mayores y Servicios Sociales organizó, a finales de mayo, un seminario sobre políticas públicas de atención a personas mayores dependientes. Durante tres días, los profesionales, profesores y responsables de gestión de los servicios públicos que intervinieron analizaron la situación de la dependencia en España
Durante tres días, y con el principal objetivo de analizar la situación de los mayores dependientes en España, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) organizó, a finales de mayo, en Madrid, un seminario titulado “Políticas públicas de atención a personas mayores dependientes: hacia un sistema integral de cuidados”.
Las ponencias, que iban dirigidas a profesionales y responsables de la gestión y planificación de los servicios para mayores en instituciones públicas, contaron con expertos en la materia, profesores y catedráticos, además de asesores y profesionales del sector en la atención a la dependencia, para identificar las necesidades y demandas sociosanitarias.
Entre ellos, intervinieron el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), Vicente Marbán; el consejero técnico del Imserso, José María Alonso Seco; el asesor de la dirección general del Imserso, Fernando Vicente Fuentes; la subdirectora general de Planificación, Evaluación y Ordenación Normativa del Imserso, Isabel Herranz Donoso; la jefa de área de Calidad, Clara Gutiérrez Gamero; el secretario general del Imserso, Francisco A. Ferrándiz; la directora de Asispa, Sabina Camacho; y la catedrática de Sociología e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), María Ángeles Durán Heras.
La primera ponencia corrió a cargo de Vicente Marbán, que profundizó sobre la protección de los dependientes en la Unión Europea, haciendo hincapié en las diferencias y similitudes de los modelos de atención a la dependencia de todo el continente. Según Marbán, “todos los modelos priorizan la atención en el domicilio”, además de que “imparten un sistema de regulación y financiación pública, pero que difieren en el nivel de cobertura”. Marbán incidió así en que “no es lo mismo un modelo liberal como el del Reino Unido, que otros como puede ser el español, el sueco, el finlandés o el alemán. Cada uno tiene un nivel de cobertura de financiación pública”. Sin embargo, una medida que parecen adoptar todos los países es “el copago, aunque cada sistema lo utiliza con mayor o menor intensidad”, explicó el profesor.
Vicente Marbán también destacó que en toda la Unión Europea “ya se es consciente de que es fundamental una buena coordinación sociosanitaria” para una correcta atención a las personas mayores dependientes. El profesor de la UAH puso como ejemplo la coordinación “eficiente de los modelos de atención” de los países nórdicos, algo de lo que debe tomar buena nota España, en la que esta es “residual y bastante desigual”.
Precisamente, este fue el tema sobre el que versó la ponencia de Fernando Vicente Fuentes, titulada “La atención sociosanitaria. Cartera de servicios de atención sociosanitaria a las personas mayores”. Vicente Fuentes presentó una propuesta del marco para conseguir una atención coordinada entre el sector público, las organizaciones profesionales y entidades colaboradoras del sector privado, el Tercer Sector, las organizaciones sociales y las asociaciones de pacientes y familiares, entre otros agentes.
Según Vicente Fuentes, el proceso de diálogo para un acuerdo sociosanitario debería encaminarse a través de “una identificación previa de los agentes participantes y unos acuerdos sobre los contenidos; y un estudio de los impactos económicos y presupuestarios”, todo ello, incide el asesor del Imserso, “suscrito por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) y el Consejo Territorial de Servicios Sociales y Dependencia”.
Futuro de la atención a dependientes en España
En la hoja de ruta del seminario también fue importante establecer las estrategias para el diseño de un sistema integral, eficiente y sostenible de cuidados a mayores. José María Alonso Seco ahondó en el futuro en el cuidado de mayores dependientes en España. “De cara al futuro, y teniendo en cuenta la crisis económica, es imprescindible realizar una planificación rigurosa sobre cómo deben ser los cuidados de larga duración”, explicó Alonso Seco, que incidió en el “estudio de necesidades, la programación, la ejecución y la evaluación final interna y externa” como los pilares básicos sobre los que se debe sustentar las planificaciones de aquí en adelante.
Para Alonso Seco, es importante contar con un plan alternativo en la atención a dependientes ya que “nadie pensó en una crisis económica cuando se aprobó la Ley de Dependencia, por lo que es importante tener una planificación alternativa ante las posibles variables que se puedan suceder”.
Una de las medidas que propone el Imserso a la Unión Europea es crear “un soporte o instrumento donde se establezca con claridad cuáles son los derechos de los usuarios de los centros de día y residencias”, una herramienta que, según Alonso Seco, todavía no se ha implementado en todos los países.
Por otro lado, Alonso Seco abogó por una mayor promoción y visibilidad de la atención a los mayores. “No hay suficiente conciencia social de los problemas en la atención a los mayores dependientes. Hay que reconocer más la labor de las familias y cuidadores profesionales; y hay que enseñar la problemática humana de los mayores dependientes, porque si la hacemos visibles habrá menos negligencias, abusos y maltratos”, aseguró el consejero técnico del Imserso.
Siete años de dependencia
El segundo día del seminario se abrió con una mesa redonda donde se debatió sobre las diferentes perspectivas de las comunidades autónomas en la atención a los mayores dependientes. Los tres participantes que intervinieron fueron el director general de Coordinación y Atención a la Dependencia de la Comunidad de Madrid, Luis Martínez Hervás; la directora gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Cristina Gavín Claver; y el director general de Servicios Sociales del Govern de las Islas Baleares, Rafael Romero Ferrer.
Luis Martínez Hervás presentó los datos en dependencia de la Comunidad de Madrid, pero incidió también en el creciente envejecimiento poblacional del conjunto de España “en el que ya contamos con 8 millones de mayores de 65 años y que en 2049 llegaremos a los 15 millones”. Para Cristina Gavín, el reto de las políticas públicas en atención a mayores es caminar hacia un sistema integral, siendo necesario “una reorientación del tradicional modelo de atención sanitaria centrado en la curación de procesos agudos, hacia un modelo que conceda más importancia al cuidar”. Por su parte, Rafael Romero señaló la dependencia, el ámbito sanitario y las discapacidad como las “asignaturas pendientes” y añadió que la “pre-dependencia, basada en la prevención y promoción para evitarla, es el nuevo reto”.
La Ley de Dependencia fue protagonista en el segundo día del seminario del Imserso. Isabel Herranz Donoso realizó, primero, una evaluación exhaustiva de los siete primeros años de aplicación de la normativa. “La prioridad es profesionalizar la atención, mejorar la calidad y orientar las prestaciones y servicios”, explicó Herranz Donoso, que cree que se debe “priorizar la atención de los grandes dependientes”. Según los resultados en la evaluación de la ley que presentó la subdirectora general de Planificación del Imserso, “hay un desfase entre las previsiones de la ley con la realidad y una inadecuada orientación de las prestaciones que se están otorgando”.
Por otro lado, Clara Gutiérrez Gamero habló sobre la acreditación de los servicios de atención a la dependencia y los procesos de certificación por los que debe pasar un centro para verificar que cumple con los estándares de calidad establecidos.
La jornada finalizó con una mesa redonda en la que se analizó la figura de los cuidadores profesionales y no profesionales de personas dependientes, en la que Jorge Domínguez Serrano, jefe del área de Formación y Comunicación del Imserso, fue el moderador. Los tres participantes fueron Sabina Camacho, directora general de Asispa; Blanca Clavijo, presidenta de Afal; y Pascual Berlanga, presidente del grupo “Los Nogales”. “En Asispa, por ejemplo, se trabaja muy directamente con las familias y cuidadores principales, el objetivo es que adquieran las habilidades y conocimientos necesarios para hacer frente a las situaciones que se les generen”, aseguró la directora de Asispa. Camacho explicó la importancia de los cuidadores a través de los números y las estadísticas en dependencia. “Según datos recogidos por el Imserso, a 31 de marzo de 2014, hay 1.628.192 solicitudes de personas dependientes. Además, durante la última década se ha aumentado la edad media de vida”, aseguró Camacho, que añadió que “las personas dependientes y sus familiares tienen que tener la tranquilidad y seguridad que serán cuidadas, en situaciones de fragilidad con respeto y profesionalidad”. La directora de Asispa explicó que muchas veces se produce una sobrecargar en los cuidadores no profesionales debido a “una dependencia afectiva y a problemas con el reto de la familia”. Una situación que lleva muchas veces a una paradoja: “que el cuidador deje de cuidarse”, dijo Camacho, que también habló de la soledad del cuidador que, en muchos casos, “se comienza a aislar sin darse cuenta y, poco a poco, termina encontrándose solo”. Para la directora, la clave para que los servicios a personas dependientes mejoren, “no han de verse como un gasto, sino como una inversión con retorno a la sociedad”.
Diferencias de sexo en la dependencia
Dos ponencias sirvieron de conclusión en el último día del seminario. Por un lado, Francisco Ferrándiz Manjavacas, secretario general del Imserso, profundizó en la financiación y sostenibilidad económica de los sistemas de cuidados de larga duración. Por otro, y como última ponencia, María Ángeles Durán, catedrática de Sociología en el CSIC, habló sobre las diferencias entre hombres y mujeres ante la situación de dependencia. “La discapacidad va instaurándose lentamente a lo largo del ciclo vital, hasta hacerse cuarenta veces más intensa en el último tramo de edad (90 y más años) de lo que era en el primero (menores de cinco años). Los hombres tienen una tasa de discapacidad inferior a la de las mujeres (70 sobre 100), pero esta situación ventajosa sólo aparece a partir de los cuarenta y cinco años”, aseguró Durán Heras.
En los niveles severos de discapacidad y dependencia, Durán Heras explicó que de los 121 mil encamados, que representan el sector más dependiente, “dos tercios son mujeres”, de hecho, añadió, “entre los encamados mayores de 80 años (unas 70 mil), el 79% son mujeres”.
¿Quién cuida a los discapacitados? La catedrática de Sociología explicó también las diferencias entre hombres y mujeres en la atención a dependientes. “A los hombres les cuida, por este orden de importancia numérica, su cónyuge o pareja (41%), su madre (18%) y su hija (16%). A las mujeres en cambio les cuidan sobre todos sus hijas (36%), su cónyuge (20%) y otros parientes”. Además, Durán Heras aseguró que “los hombres disponen de mejor cobertura de cuidadoras familiares gratuitas, por lo que sólo el 5% recurre a empleados a los que han de remunerar. Las mujeres disponen de peor cobertura por parte de cuidadores familiares gratuitos y en el 10% de los casos, el doble que los varones, han de recurrir a un cuidador remunerado”.
En cuanto a la tecnología para la atención a la dependencia, Durán Heras destacó que la ayuda técnica desempeña un papel más relevante en las discapacidades leves que en las severas o muy severas. “En las discapacidades leves utilizan sólo ayudas técnicas el 15% de las mujeres y el 23% de los hombres; en tanto que en las discapacidades totales, el 19% de las mujeres y el 10% de los hombres, pero tanto para unos como para otros lo principal es el cuidado personal”, explicó la catedrática, que añadió también que la tecnología “permite grandes aumentos en la productividad cuando se produce en series masivas, lo que no puede suceder con la atención personal, que comparativamente resulta más cara”.