Pregunta.- ¿Cuál es el valor específico del desarrollo de programas de servicios sociales dentro de la OISS?

Respuesta.- Los servicios sociales son el tercer pilar de los sistemas de Seguridad Social, junto a las pensiones y la atención sanitaria. Mejoran la cohesión social y la calidad de vida de los ciudadanos además de generar empleo, por lo que tienen un papel esencial en los estados del bienestar. Sin embargo, los servicios sociales son un ámbito aún poco desarrollado en algunos países, por lo que la OISS -cuya misión última es contribuir al bienestar social y económico en la región- apuesta decididamente por llevar a cabo programas que fomenten la puesta en marcha y la mejora de los servicios sociales en Iberoamérica.

P.- ¿Qué programas dirigidos a mayores ponen en marcha en estos momentos?

R.- La OISS tiene una amplia experiencia en el ámbito de los adultos mayores, fomentando el intercambio de buenas prácticas entre las instituciones públicas responsables de esta materia en los países iberoamericanos. En esta línea, se han realizado diversos cursos de formación, encuentros y un estudio sobre las condiciones de vida de los mayores en la región, entre otros. Fruto de todo ello, en 2011 con el impulso de la Secretaría General Iberoamericana y la OISS, los Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica aprobaron la puesta en marcha de un nuevo programa, el “Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación del Adulto Mayor en la Región”, en el que la OISS ejerce como secretaría técnica. Se trata de un programa de cooperación entre gobiernos de los países que voluntariamente se han sumado a esta iniciativa. En la actualidad ya participan ocho países -Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, España, México, Paraguay y Uruguay-, a través de una veintena de instituciones públicas. Este programa es la principal iniciativa relativa a los mayores que gestionamos en este momento, pero también trabajamos por la protección de los derechos de los mayores de manera transversal en buena parte de las actuaciones de la organización, como por ejemplo, las relativas a las pensiones de jubilación y al Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social -que permite sumar las cotizaciones realizadas en varios países-.

P.- ¿Qué ha supuesto para el colectivo senior latinoamericano la puesta en marcha del mencionado “Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de los Adultos Mayores en la Región” del que usted es coordinadora?

R.- El programa busca mejorar las condiciones de vida de los mayores en Iberoamérica, a través del intercambio de información y buenas prácticas entre las administraciones públicas de los diversos países participantes en el mismo. Por un lado, el objetivo es conocer mejor la situación de los adultos mayores - en qué medida acceden a pensiones, su nivel de ingresos, situaciones de pobreza, estado de salud, acceso a atención sanitaria, acceso a servicios sociales, etcétera-, tarea que lleva a cabo el Observatorio Iberoamericano del Adulto Mayor. Toda esta información que recibirán las instituciones públicas contribuirá, sin duda, a mejorar las políticas públicas dirigidas a los adultos mayores. Por otro lado, el programa articula el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre instituciones responsables de las políticas públicas dirigidas a los adultos mayores de los países que participan en el programa. Se trata de identificar qué iniciativas han resultado exitosas y analizar qué elementos podrían ser útiles a otros países en una situación similar. Pese a que el programa comenzó sus actividades a mediados de 2012, ya podemos mencionar algunos productos concretos. El Observatorio del Adulto Mayor está preparando el segundo informe con datos sobre los mayores en la región, más de 50 trabajadores de instituciones responsables de las políticas de adultos mayores han participado en cursos de formación presencial y 360 en cursos de formación a distancia, se han preparado manuales para poner en funcionamiento diversos servicios sociales, se han llevado a cabo visitas para conocer los sistemas de atención a mayores en diversos países y estamos preparando el III Encuentro Iberoamericano sobre Derechos Humanos de los Adultos Mayores, que se celebrará en Brasil los días 30 de septiembre, y 1 y 2 de octubre.

P.- ¿Cómo valora el avance de la implantación de este tipo de proyectos?

R.- Se trata del primer programa relativo a los mayores que se realiza en el marco de las cumbres iberoamericanas, por lo que supone un importante paso adelante para visibilizar las necesidades de este colectivo en la agenda política de la región. Y, pese a ser un programa nuevo en este ámbito, ya se han sumado al mismo veinte instituciones responsables de políticas públicas dirigidas a mayores de ocho países de la región. Este seguimiento muestra que las necesidades de los mayores están cobrando cada vez más importancia para las administraciones públicas y, previsiblemente, esto se incrementará en el futuro siguiendo el proceso de envejecimiento demográfico. Actualmente en América Latina viven unos 55 millones de personas mayores de 60 años, y se estima que esta cifra se duplicará a 101 millones en 2025, y se triplicará a 188 millones en 2050, en un proceso más acelerado que en Europa. Este aumento en el número de mayores es un logro por el que debemos felicitarnos, pero también plantea diversos retos -garantizar su atención sanitaria, pensiones, transformaciones en los patrones de consumo, accesibilidad de ciudades, etcétera- a los que las administraciones públicas deberán dar respuesta, y de ahí la importancia de este tipo de iniciativas de cooperación.

P.- ¿Cuáles son los proyectos más inminentes que tienen previsto poner en marcha?

R.- Acabamos de lanzar dos nuevas iniciativas. En primer lugar, el “Programa para el fomento de la igualdad de género en los sistemas de Seguridad Social”. En el marco de este programa estamos analizando la normativa y actuaciones de las instituciones de seguridad social, buscando identificar qué prácticas fomentan la igualdad de género y cuáles pueden generar discriminaciones directas o indirectas para extraer recomendaciones. En segundo lugar, estamos preparando la primera edición del Curso de Formación Superior en Dirección y Gestión de Servicios Social para Personas Mayores, Dependientes o con Discapacidad, ya que creemos que para fomentar el desarrollo de los servicios sociales es imprescindible la formación de los trabajadores del sector. Este curso se impartirá a distancia durante 12 semanas y dará comienzo el próximo mes de octubre. Además de ofrecer una visión general sobre los servicios sociales, se analizará con mayor profundidad los dirigidos a personas en situación de dependencia, mayores y personas con discapacidad, como colectivos prioritarios.